Archivo mensual: enero 2017

LOS TRES REYES MAGOS ¿ERAN REYES?

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El evangelista Mateo cuenta una historia muy confusa de la escena de los tres Magos

La celebración de los Reyes Magos, el día 6 de enero, clausura nuestra Navidad, pero ¿es cierta su historia? El Evangelio de Mateo es el primero que la cuenta, pero su narración de los hechos es bastante confusa.

¿Eran realmente reyes? Mateo los nombra como “Magoi”, el plural de “magos” en griego. El filólogo griego Antonio Piñero aclara que, en ese tiempo, esa palabra tiene dos significados diferentes: hechiceros de magia blanca o negra u orden sacerdotal del culto de Zoroastro. Para él, los tres visitantes eran importantes sacerdotes, no monarcas.

Posiblemente se empieza a hablar de reyes en el medievo y, con el tiempo, se afianza el término, como se aprecia en las escenas de la adoración de los reyes de las obras de pintores como Botticelli, da Vinci, Rubens o Velázquez.

A los nobles de la época, para el historiador Giovanni Bazzana, les interesa esa imagen de los  reyes rindiendo culto a Jesús para ser identificados con la divinidad. Además de darles prestigio y presentarlos como piadosos, esa escena tiene una alta significación política porque los legitima en el poder como reyes cristianos.

¿Cómo se llamaban? Mateo no los nombra. En opinión de Piñero y de Bazzana, esa tradición de llamarlos Melchor, Gaspar y Baltasar viene de los escritos de entre los siglos IV y VII d. C., cuando se les denomina así. Es entonces cuando también se les vincula con la realeza y se habla de monarcas persas y árabes, e incluso de un rey indio.

En la Edad Media, para el teólogo Matthew Boulton, se identifica a los magos como los representantes de Europa, África y Asia, los tres continentes conocidos hasta el momento. Se les utiliza para transmitir un mensaje de universalidad y de que el mundo reconoce a Jesús como el mesías.

¿Eran tres? Mateo no habla de cuántos eran, pero con el tiempo se asocia los tres regalos de oro, incienso y mirra con el número de magos. El papa León I el Magno, posiblemente, establece esta convención en el siglo V d. C.

¿De dónde venían? Mateo relata que los reyes Magos provienen de Oriente, así que pueden haber partido de Arabia o de Babilonia. Para Bazzana, la palabra “Magoi” sugiere que venían de Persia, aunque Piñero opina que este tipo de datos dato es irrelevante para la historia que se cuenta.

¿Seguían a una estrella como cuenta Mateo? Según la astrónoma C. Allen Armiño es difícil porque las estrellas no se mueven, sino que sirven de puntos fijos de referencia para orientarse. Existen algunos fenómenos astronómicos extraordinarios, como los cometas o la conjunción de varios planetas, pero son demasiado sutiles como para ser observados sin instrumentos específicos.

 

Ver:

https://serunserdeluz.wordpress.com/2017/01/02/la-estrella-de-belen-era-de-verdad-una-estrella/

Puede que, en opinión de Piñero, se asocie el acontecimiento de algún fenómeno luminoso llamativo cercano a Jesús con una conjunción entre Júpiter, Saturno y Marte, del siglo VII a. C., que se describe en las fuentes.

En conclusión, se puede afirmar que el suceso de los Reyes Magos es una tradición folclórica y popular sin fundamentos, que se va conformando con el paso del tiempo.

Autor| José Antonio Cabezas Vigara

Vía| Blasting News

Imagen| Predecir el Futuro

Fuente:

http://www.antrophistoria.com/2015/12/desenmascarando-los-tres-reyes-magos.html?m=1

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Dragonfly44, una galaxia que no debería existir

Observatorio W.M. Keck Hawaii

Detectada en el observatorio W.M. Keck en Hawaii

Una masiva galaxia compuesta por materia oscura en un 99,99%, este ha sido el sorprendente hallazgo de un equipo internacional de astrofísicos tras analizar los datos del Observatorio W. M. Keck en el volcán Mauna Kea de Hawaii. Una detección que ha dejado boquiabiertos a los propios científicos responsables del artículo publicado en The Astrohphysical Journal Letters: “No tenemos ni idea de cómo pudo haberse formado una galaxia así” confesaba Roberto Abraham, uno de los astrónomos que ha trabajado en su descubrimiento.

Son díficiles de encontrar y se denominan “galaxias ultradifusas” puesto que la mayor parte de su masa (superando incluso el 98%) no proviene de sus estrellas o planetas, sino de la extraña materia oscura.

La nueva detección ultradifusa se conoce como Dragonfly44 y es una de las más de mil galaxias agrupadas en el Cúmulo de Coma, situado a unos 320 millones de años luz de nosotros. Los astrónomos apenas la habían estudiado puesto que es difícil de observar y la luz que nos llega desde ella es muy tenue. Sin embargo, esa frágil luz escondía una paradoja: esta galaxia apenas tiene estrellas y deberían estar mucho más dispersas… algo, mucho más masivo, debía mantenerlas unidas, de otra manera esta galaxia no debería existir.

Según los modelos de evolución estelar, una galaxia así, con un número tan bajo de estrellas, debería fragmentarse y dispersarse, salvo que tenga mucha más masa de la que podemos ver. Y es aquí donde la materia oscura hace acto de presencia.

Galaxia Dragonfly44Dragonfly 44 contiene la misma masa que la Vía Láctea pero cien veces menos estrellas
Dragonfly 44 contiene la misma masa que la Vía Láctea pero cien veces menos estrellas
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No sabemos de qué está compuesto una gran parte de nuestro Universo. Por ejemplo, un 27% de toda la materia que existe no podemos verla mediante nuestros actuales instrumentos y no sabemos de qué está hecha. Los astrofísicos la denominan “materia oscura” y saben que está ahí porque, a pesar de que no podemos verla, sí podemos medir sus efectos gravitatorios sobre el resto de objetos que tiene cerca.

Una forma sencilla de explicar qué es la materia oscura seía imaginar una habitación oscura con un colchón. Estamos sentados en el colchón y aunque no podemos ver nada, sí podemos sentir cuando alguien se sienta en él. Hasta ahora no hemos conseguido instrumentos que puedan detectar directamente materia oscura, ni tampoco sabemos de qué está compuesta, pero al igual que el colchón del ejemplo, podemos detectarla porque afecta gravitatoriamente su entorno.

Dragonfly 44 galaxiaDragonfly44 | W.M. Keck Observatory
Dragonfly44 en el Cúmulo Coma | W.M. Keck Observatory
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Ahora, este equipo de astrofísicos de la Universidad de Yale en Estados Unidos y de Toronto en Canada, han analizado las velocidad de rotación de las estrellas de la galaxia Dragonfly44, ya que estas velocidades indican la masa de una galaxia (cuanto mayor es su velocidad, mayor masa posee), o como explican los autores: “los movimientos de las estrellas te dicen la cantidad de masa hay”.

Tras analizar Dragonfly44, los resultados son fascinantes: la velocidad de rotación de la galaxia indica que tiene aproximadamente la misma masa que nuestra propia Vía Láctea pero con cien veces menos estrellas. Estos datos significan que el 99,99% de la masa de la galaxia es materia oscura.

Nos encontramos ante una galaxia realmente desconcertante. Una agrupación oscura y sin luz, con apenas un puñado de estrellas pero que contienen la misma masa que nuestra propia galaxia.

Referencias científicas y más información:

Van Dokkum, Pieter; Abraham Roberto et al. “Forty-seven milky way-sized, extremely diffuse galaxies in the Coma-Cluster” The Astrophysical Journal Letters.

Pieter van Dokkum “Scientists Discover Massive Galaxy Made of 99.99 Percent Dark Matter” W.M. Keck Observatory

 

Fuente:

https://es-us.noticias.yahoo.com/dragonfly-44-la-galaxia-que-no-deberia-existir-212123834.html

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