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LAS NUEVAS ENFERMEDADES TRAÍDAS POR LOS ESPAÑOLES DURANTE LA CONQUISTA 2/2.
DISMINUCIÓN DE LA POBLACIÓN INDÍGENA EN TENOCHTITLAN Y MESOAMÉRICA

Tenochtitlan mural Diego Rivera Wolfgang Sauber GFDL Wikimed
Algunos historiadores calculan que antes de la Conquista había en Mesoamérica 25 millones de habitantes; para 1532, 16 millones; en 1568 poco mas de 2 millones y medio, y para 1605 había escasamente 1 millón.

epidemias traídas a América por los españoles
Aunque para el Siglo XVII la mortandad de indios disminuyó, las epidemias continuaron asolando a la Nueva España, siendo las más importantes las de 1737, 1759-60, 1779-80 y 1784-86.
En los primeros tiempos de la Conquista, la mortandad de indios no afectaba la economía de los españoles, pero ya en el Siglo XVIII sí, pues -principalmente para las minas– necesitaban su mano de obra.

conquista de Mexico y esclavitud de los indígenas
Entre los trabajos forzados, el hambre y las enfermedades, los indígenas veían disminuir su número a pasos agigantados, pues la conquista puso fin a la inmunidad existente en el continente, que había permitido una gran densidad de población; a la llegada de los españoles América fue presa de las enfermedades europeas, y recibió la sucesión de enfermedades que en Europa – durante el Siglo XIV– había reducido la población en un tercio. En América proliferaron enfermedades como la difteria, parotiditis, varicela, etc. La trilogía viruela, sarampión, varicela estaba en todo el Nuevo Mundo después de la llegada de los españoles.

epidemia
ENFERMEDADES TROPICALES
Además de estos padecimientos, los conquistadores también trajeron enfermedades tropicales de Asia y África, que florecieron con gran violencia en las costas de América, en donde fueron mas mortíferas que las llegadas de Europa en el altiplano, pues si bien aquí los indígenas fueron diezmados por plagas europeas, los de las costas veracruzanas y del Caribe, prácticamente desaparecieron a causa de las enfermedades tropicales.
La densidad de la población en tierra caliente era muy elevada; pero la conquista con su destrucción, y la Colonia con su brutal explotación, además de las enfermedades contagiosas, fueron más que suficientes para exterminar la población.
Zonas que a la llegada de los españoles habían sido un edén y estaban densamente pobladas, quedaron casi deshabitadas unos cuantos años después de la conquista, convirtiéndose en infiernos donde señoreaban las enfermedades más mortíferas. Aunque a finales del Siglo XVII los indígenas adquirieron la inmunidad orgánica necesaria para defenderse de las epidemias, el daño fue irreversible.
Las epidemias constituyeron un fenómeno tanto social como biológico, y fueron consecuencia, tanto de la desorganización de los sistemas productivos españoles, como de la agudización de la explotación.
HUBO VARIAS EPIDEMIAS:
Viruela, 1520 a 1526

VIRUELA
La viruela (una de las diez plagas que asolaron a los aztecas) llegó en 1520 a Tenochtitlan desde Cuba, debido a un negro enfermo que viajaba en la flota de Pánfilo de Narváez que iba a apresar a Cortés, pero se unió a él.
La introducción de este virus en el territorio azteca cambió la historia de la conquista y ayudó a la derrota de Tenochtitlan, pues sucedió cuando los aztecas habían expulsado a los españoles de Tenochtitlán en la llamada “noche triste” por éstos.

HUÍDA DE LOS ESPAÑOLES EN LA NOCHE TRISTE PARA ELLOS
La epidemia duró unos dos meses, coincidiendo con la huida de Cortés de Tenochtitlan hacia Tlaxcala, dándole tiempo para reponerse entre sus aliados Tlaxcaltecas, mientras en Tenochtitlan enfermaban y morían decenas de miles de aztecas, entre ellos Cuitláhuac, hermano de Moctezuma, que le había sucedido en el trono del imperio Azteca.

CUITLÁHUAC
La Viruela ya era muy conocida en Europa, así que los españoles la identificaron rápidamente, mientras los indígenas que la desconocían le pusieron el nombre de hueyzahuatl (gran lepra).
La desesperación cundió entre los aztecas, que moribundos e inermes fueron fácil presa de los conquistadores. Sus dioses se habían ido, y los ayunos, ofrendas, sacrificios y abstinencias fracasaban.
Estas enfermedades no respondían a sus medicinas, ni sus médicos, curanderos y chamanes podían hacer nada para detenerlas, así que acabaron instalándose en sus tierras y en su gente, como regalo del Dios extraño de los españoles, ya que por donde quiera que estos pasaban traían males desconocidos.

CÓDICE DE LA CRUZ BADIANO
La primera epidemia de sarampión en el Nuevo Mundo.
Los aztecas aún no se reponían de la epidemia de viruela del período 1520-1526, cuando entre 1530-1531 llegó una nueva enfermedad: el sarampión, que se expandió desde la Nueva España hasta el Perú. Igual que las otras, esta enfermedad fue traída al continente por los españoles quienes la habían adquirido en las islas del Caribe, donde las dos terceras partes de los indígenas que aún quedaban en Cuba, murieron por sarampión en 1529.

Sarampión traído por los españoles a América
En la Nueva España el sarampión hizo estragos principalmente entre los niños, aunque la mortalidad no fue comparable a la de la viruela.
Los indígenas lo denominaron tepitonzahuatl (pequeña lepra) La epidemia llego también a Guatemala, Nicaragua y Panamá, donde a los indios no sólo los mataba sino que a los sobrevivientes los dejaba muy exhaustos y no podían trabajar para los conquistadores (que era lo único que les interesaba).
El sarampión pasó hacia la región Andina posiblemente desde Panamá hasta la región de los Chibchas en Colombia, continuando hacia el sur a las comunidades Incas.
El sarampión, por la facilidad de su transmisión, quedó en el Nuevo Mundo como un azote permanente para la población, en especial para los niños.
Epidemia de 1545/1549

Epidemia de viruela en Tenochtitlan debido a la conquista
La población indígena sobreviviente de la conquista y a las anteriores epidemias fue reducida a una tercera parte o menos y ya no hubo suficiente mano de obra (esclavos) indígena para ser explotada por los españoles.
Epidemia en 1576/1581.
Después de la devastación, en que encontraron la muerte más de la cuarta parte de indígenas, los sobrevivientes tuvieron que trabajar aún más debido a los repartimientos (demanda de trabajo gratuito en beneficio de los españoles), pues los jueces repartidores aumentaron los porcentajes para este trabajo indígena.
También debido a la mortandad de los indios por esta plaga, los españoles tuvieron acceso a las tierras que habían pertenecido a los indígenas muertos por la epidemia.
Epidemia de 1736.
La población de la Ciudad de México (antigua Tenochtitlan) bajó de 22,000 a 4,000, según un censo de la época. En este caso, la plaga afectó también a los blancos y mestizos, pero en mucho menor medida.
Según datos de censos confiables[i], la población del Valle de México en tiempos de la conquista era de 1,500,00 habitantes, que se redujo a 325,000 en 1570.
Es interesante el hecho de que a las reformas de las leyes de 1549 (tendientes a regular el trabajo forzado de los indios), siguió un receso de las epidemias en ese siglo.
CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO

PORTADA DEL CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO
En contraste, y en total oposición con lo anterior, para los conquistadores la gran cantidad de plantas medicinales que se usaban en América, significó su independencia de los medicamentos de la metrópoli.

CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO
Muchos de estos conocimientos se perdieron, pues no todas las civilizaciones prehispánicas conocían la escritura; sin embargo, durante la Colonia se produjeron diversos herbarios ilustrados,el más famoso de los cuales es el CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO.

ENCABEZADO DEL CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO
Este Codex describe las enfermedades de la cabeza a los pies, con nombres y dibujos a colores de las plantas usadas por los médicos aztecas para su tratamiento.

CÓDICE DE LA CRUZ BADIANO 1
El Códice de la Cruz Badiano fue escrito en náhuatl por el indio mexicano Martín de la Cruz y traducido al latín por otro indio, Juan Badiano.

PÁGINA DEL CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO
El Dr. en antropología Angel María Garibay (18 de junio de 1892 – Ciudad de México, 19 de octubre de 1967), tradujo el antiguo documento sobre herbolaria del latín al español, conocido por su nombre latino como Libellus de medicinalibus indorum herbus.

ILUSTRACIÓN DEL CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO
Este manuscrito fue hecho por encargo del el virrey de Nueva España Antonio de Mendoza, quien murió meses después, habiendo sido nombrado virrey de Perú; posteriormente su hijo Francisco de Mendoza

Antonio de Mendoza primer virrey de Nueva España Wikicommons
(quien había tomado el mando de Nueva España al enfermar su padre) fue al Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco para solicitar su elaboración en menos de dos meses para ser enviado a España en 1552, como regalo al rey Carlos I de España (Carlos V de Alemania); el monarca lo envió a la biblioteca del Escorial; después pasó a poder de un cardenal y finalmente a la biblioteca del Vaticano. En 1990 el manuscrito, que aún se encontraba en el Vaticano, fue devuelto al pueblo mexicano por el Papa Juan Pablo II, el Códice hoy se encuentra de nuevo en México, en el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, BNAH).

badanius-herbal-1
OTROS CÓDICES DE HERBOLARIA
Otros Códices americanos sobre plantas medicinales y otros medicamentos, son el VILLODAS y el CHILÁM BALÁM; posteriormente José Acosta publicó HISTORIA NATURAL Y MORAL DE LAS INDIAS y, con Nicolás Monardes, que publicó en 1565 un tratado sobre drogas americanas, se convirtió en introductor de las plantas medicinales aztecas e incas en Europa.
Otras fuentes primarias en torno a las propiedades medicinales de las plantas mesoamericanas anteriores a la Conquista son:
- El Libro XI de Historia General de las cosas de Nueva España de fray Bernardino de Sahagún
- La Historia natural de Nueva España, colosal obra publicada en 1628 por el médico toledano Francisco Hernández
Así como otros dos sin título.
- Uno escrito en maya y
- Otro elaborado por fray Francisco Jiménez, que hoy permiten conocer los remedios naturales con una mirada nativa.
- En 1648 Willem Piso publicó otra sobre la medicina del Brasil.
JARDINES BOTÁNICOS DE MOCTEZUMA

tlazochitl flor de noche buena o poisentia cultivada en jardines Moctezuma
En el imperio azteca había jardines botánicos que superaban a los de Padua y Pisa; Estos jardines se sustentaban en un conocimiento botánico influenciado por creencias religiosas.
Beltrán comenta que los antiguos mexicanos poseían una visión mística y no podían tener una verdadera visión científica del universo y sus fenómenos, pero que esa visión mística también estaba presente en la mentalidad europea de los siglos XV y XVI y los españoles la trajeron al Nuevo Mundo.
León Portilla dice Acerca de esta cosmovisión:
“Se tenía conciencia de que además del saber estrictamente religioso, había otra clase de saber, fruto de observaciones, cálculos y reflexiones puramente racionales, que aún cuando podían relacionarse con los ritos y prácticas religiosas, eran en sí de un género distinto” (Es decir relacionado con la ciencia).
Con respecto al arreglo de los elementos florísticos en los jardines botánicos, se dispone de descripciones imprecisas y en ocasiones redundantes.
En cuanto a su función Solís menciona:
“repártanse francamente de los jardines del rey todas las yerbas que recetaban los médicos o pedían los dolientes, y solían preguntarse si aprovechaban, hallando vanidad en sus medicinas ó persuadido á que cumplía con la obligación de gobierno cuidando así de la salud de sus vasallos”.
Del Paso y Troncoso dice que el principal objetivo por el cual se establecieron los jardines botánicos del imperio de Moctezuma, fue el de crear centros experimentales de plantas regionales o de otras localidades para conocer o confirmar sus propiedades, además, de “la ostentación y la riqueza de los reyes”.
Maldonado Koerdell dice: “era un centro ceremonial, una necesidad social de sus moradores”.
Lo que sí es claro es que en estos lugares las plantas medicinales tenían más valor que las ornamentales o alimenticias:
Cervantes de Salazar asienta: “No consentía Moctezuma que en estos vergeles hubiera hortalizas ni fruta diciendo que no era de Reyes tener granjerías ni provechos en lugares de sus deleites; que las huertas eran para esclavos o mercaderes, aunque con todo esto tenían huertos con frutales, pero lejos y donde pocas veces iba”.
Los jardines botánicos prehispánicos servían como centros de experimentación, conservación y observación, basados en una selección de ejemplares con los que se elaboró una clasificación fundada en el uso y las propiedades curativas de las plantas, es decir, con una visión científica
Desde el Siglo XVI la combinación de plantas del viejo y del nuevo mundo sirvió para que las nacientes corporaciones de boticarios europeos compusieran sus CODEX, enriqueciéndolos ampliamente (y enriqueciendo a los boticarios -ahora laboratorios farmacéuticos también).
MÉDICOS AZTECAS
Los médicos aztecas eran lo suficientemente capacitados como para que Hernán Cortés le escribiera a Carlos V diciendo que no le hacían falta médicos europeos.
De hecho, cuando los aztecas hirieron a Hernán Cortés en la cabeza y se fue a refugiar a Tlaxcala, con sus aliados, el cacique envió por los mejores médicos indígenas (que ahora llamarían curanderos) para que curaran a Cortés, cosa que lograron rápidamente.

Batalla durante la conquista de México
SISTEMAS CURATIVOS INDÍGENAS ANTERIORES A LA CONQUISTA
Antes de la conquista, los indígenas poseían sus propios sistemas curativos (limitados a su entorno, pero sumamente eficaces, pues disponían de una gran variedad de plantas medicinales y los conocimientos necesarios para aplicarlas), pero desconocían las enfermedades europeas, que llegaron cuando su cultura en general ya estaba dislocada y sometida.
Dice el Chilam Balam de Chumayel:
“(…) Entonces todo era bueno
y entonces (los dioses) fueron abatidos
Había en ellos sabiduría.
No había entonces pecado…
No había entonces enfermedad,
no había dolor de huesos,
no había fiebre para ellos,
no había viruelas…
Esas patologías les eran desconocidas y escapaban a su control, haciéndolos dependientes de la medicina de sus dominadores, quienes desde entonces han controlado el proceso, monopolizando las investigaciones y los tratamientos desde las metrópolis (ahora enormes laboratorios farmacéuticos), con miras a la expansión colonial, incluso usando explícitamente la enfermedad como medio de sometimiento o exterminio de las poblaciones indígenas (ahora guerra bacteriológica), como dejaron asentado en algunos documentos coloniales.
ENFERMEDADES DESCONOCIDAS EN AMÉRICA
Si bien los análisis osteopatológicos realizados a la fecha en huesos de indígenas prehispánicos indican la presencia de anemia y enfermedades causadas por la desnutrición, y enfermedades infecciosas debidas a la falta de condiciones sanitarias adecuadas, también muestran que después de la llegada de los españoles hubo una serie de enfermedades antes no registradas, como viruela, sarampión, tosferina, enfermedades biliosas,treponematosis, la enfermedad que ellos llamaban matlazáhuatl (fiebre amarilla) y muchas otras, para las cuales la población indígena no tenia inmunidad y que hicieron enormes estragos entre ellos (lo cual ya sabemos por los relatos de españoles e indígenas de aquellos tiempos).
LA SALUD EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS PRE-CONQUISTA Y ACTUALES
Desde la Independencia de México – y hasta ahora – la condición de los indios (en cuanto a enfermedades) ha mejorado, pero la carencia de salud que priva hoy día en las comunidades indígenas, es aún el producto de aquel proceso de destrucción sociocultural y ecológica y no de una falta de conocimiento o de incapacidad histórica en lo que a salud se refiere, pues dichas comunidades en su proceso de adaptación al ambiente, desde mucho tiempo antes de la Conquista, generaron sistemas de conocimientos para prevenir las enfermedades -principalmente- tratándolas con éxito (cuando se presentaban) como un hecho social y no individual, ya que ellos manejaban la medicina holística y no como lo hace ahora la medicina occidental, pues los médicos indígenas las trataban de manera holística, tomando en consideración no sólo al enfermo, sino a su entorno.
El proceso de coloniaje y dominación impidió que los indígenas tuvieran un mayor desarrollo de conocimientos, tanto racionales (occidentales) como empíricos (que siempre tuvieron).
Todavía en este Siglo XXI, algunos programas oficiales de salud destinados a los indígenas, desconocen su riquísimo acervo de conocimientos y sus practicas curativas y, por lo tanto, tienen una actitud paternalista, pretendiendo guiarlos, diseñando planes que ignoran las situaciones especificas de cada grupo, y partiendo del supuesto de que los indígenas son ignorantes e irracionales.
Sin embargo, debe tomarse en cuenta que, si bien sus vías no son científicas (en tanto que lógicas y racionales a la manera occidental -y por lo tanto no son totalmente comprendidas por nosotros), sí poseen un saber curativo heredado de sus antepasados, ahora englobadas en las llamadas “medicinas alternativas” que deberían volver a aplicarse no sólo en los indígenas, sino en la población en general.
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Imágenes tomadas de internet, Pinterest o de los enlaces relacionados. Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de cómo fueron en aquellos tiempos y lugares.
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ENLACES RELACIONADOS
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http://www.historiacultural.com/2010/01/la-noche-triste-huida-tenochtitlan.html
http://es.scribd.com/doc/13279372/Imperio-Azteca
http://legionarios.webhispana.net/31%20Especiales/Mexico%20Crono.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Centla
http://www.buscate.com.mx/educativo/biografias/aguilar-jeronimo-de.htm
http://www.eluniversal.com.mx/notas/604968.html
http://www.aache.com/alcarrians/mendoza_antonio.htm
http://www.resumendehistoria.com/2011_01_01_archive.html
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