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QUETZALCÓATL: SERPIENTE EMPLUMADA, DIOS, HOMBRE, VENUS, EXTRATERRESTRE

condiciones de © al final

QUETZALCÓATL ”SERPIENTE EMPLUMADA”

 

Quetzalcoatl serpiente emplumada

Quetzalcoatl serpiente emplumada

NOTA: Todos los datos de esta investigación propia son de fuentes oficiales y ortodoxas, sólo las conclusiones sobre el origen extraterrestre de Quetzalcóatl son mías (muchos otros investigadores heterodoxos piensan lo mismo). Si no puedes aceptar el asunto extraterrestre, te sugiero que lo pases por alto, lo demás es “oficial”, puedes checar la bibliografía para corroborarlo.

 ETIMOLOGÍA DE QUETZALCÓATL

El nombre de Quetzalcóatl se compone de dos palabras de origen náhuatl: quetzal, que es un ave de hermoso plumaje que habita la selva del sureste de México y parte de Centroamérica, y cóatl, que significa «serpiente», traducido o interpretado por los españoles como “serpiente emplumada”.

TRADUCCIÓN NO LITERAL DE QUETZALCÓATL

La traducción literal utilizada de ‘serpiente emplumada’ ha ido cambiando conforme a nuevos hallazgos e interpretaciones de las culturas nahuas.

 El término “quetzalli“, en el caso de Quetzalcoatl, significa precioso debido al plumaje reluciente del dragón. Recordemos que las plumas eran utilizadas por los pueblos americanos a manera de joyas y las plumas del quetzal eran las más preciosas de todas. De ahí que el término haya pasado de ‘serpiente emplumada’ a ‘serpiente preciosa’ o ‘hermosa serpiente voladora’, que es un término más conceptual y no una mera traducción literal.

 Por eso, la serpiente preciosa posee un plumaje de brillantes colores en donde predomina el verde turquesa, además de un gran tocado de plumas rodeando su cabeza a manera de melena.

Serpiente preciosa Quetzalcoatl_web900

Serpiente preciosa Quetzalcoatl_web900

 En la pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá en los equinoccio se ve bajar bajar la serpiente solar del cielo.

chichenitzaequinox-descenso-de-kukulkan

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 Quetzalcóatl aparece representado en muchas culturas como ornamento en muchas partes, desde vasijas ornamentadas hasta templos y edificios.

Quetzalcoatl

Quetzalcoatl

La serpiente preciosa es casi exclusivamente identificada con el dios tolteca Quetzalcóatl, el que fue reverenciado por múltiples culturas del Valle de México como los teotihuacanos, los propios toltecas y hasta los tenochcas (mexicas o aztecas), como podremos evidenciar en el arte de cualquiera de estos pueblos.

serpiente PRECIOSA

serpiente PRECIOSA

 Alfonso Caso lo traduce como “mi gemelo precioso“, debido a que Venus aparece a un lado y otro del cielo, representando a Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, según sea de mañana o al caer la noche.

 Según las historias del Popol Vuh, Tepew y Gukumatz fueron dos dioses que tomaron forma de serpientes y dieron forma y orden a todo lo creado por Corazón del Cielo a partir del caos primitivo.

Más sobre la creación en el Popol Vuh, ver.

https://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2014/03/22/2012profeciasmayasfindelmundo-wordpress-com27212popol-vuh-fragmento-del-mito-de-la-creacion-%E2%80%8E/ 

Cabe destacar que Gukumatz comparte muchas características con el maya Kukulkán o el tolteca Quetzalcóatl, para muchos autores es el mismo dios con diferentes nombres.

OTRAS TRADUCCIONES DE QUETZALCÓATL:

  • Quetzalcóatl, “serpiente hermosa’:‘quetzalli, Hermoso, cōātl, serpiente”
  • «Doble precioso»
  • «Ave de las edades»
  • «Gema de los ciclos»
  • «Ombligo o centro precioso»
  • «Serpiente acuática fecundadora»
  • «El de las barbas de serpiente»
  • «El precioso aconsejador»
  • «Divina dualidad»
  • «Femenino y masculino»
  • «Pecado y perfección»
  • «Movimiento y quietud»

DUALIDAD DE LA MATERIA  Y EL ESPÍRITU

Representa la dualidad inherente a la condición humana: la «serpiente» es cuerpo físico con sus limitaciones, y las «plumas» son los principios espirituales. Otro nombre aplicado a esta deidad era Nahualpiltzintli, «príncipe de los nahuales».

Quetzalcóatl es también el nombre náhuatl de los mesías mesoamericanos y el título de los sacerdotes supremos de la religión tolteca. Se manifestó en diversos profetas históricos, el último de los cuales fue Ce Ácatl Topiltzin, rey de Tula que vivió entre los años 947 y 999 de la era cristiana.

QUETZALCÓATL SEGÚN LOS CRONISTAS ESPAÑOLES

Se han desarrollado diversos mitos modernos sobre esta personalidad de Quetzalcóatl, desde que era un extraterrestre, hasta que era un vikingo o un cristiano náufrago. Sin embargo, su biografía se conserva en diversos documentos, tales como los Anales de Cuauhtitlan, Ixtlixóchitl, los informantes de fray Bernardino de Sahagún y Durán, y las leyendas de Morelos.

De lo escrito por Sahagún, Durán y los otros cronistas españoles podemos dudar un poco, si tomamos en cuenta que ellos no hablaban bien náhuatl, sus informantes no hablaban bien el castellano y además ¿quién nos dice que dichos informantes no les dijeron lo que ellos querían escuchar y/o que Sahagún y los demás no hayan cambiado la información convenientemente, según los intereses de los vencedores, que son los que escriben la historia 

Pero debido a que lo relatado por los cronistas españoles es la mayor fuente de información que tenemos de nuestra historia, debemos tomarlos en cuenta.

QUETZALCÓATL, DIOS DE MUCHOS PUEBLOS DE MESOAMÉRICA

Quetzalcóatl dios principal en Mesoamérica,  estuvo, entre otros pueblos, con los 

  • Olmeca
  • Tolteca
  • Azteca 
  • Maya

Quetzalcóatl como dios tiene varias etapas, primero como deidad olmeca y tolteca, luego maya como Kukulcán o Gucumatz y más tarde en el grupo de los dioses aztecas.

Quetzalcóatl dios azteca Códice Borgia

Quetzalcóatl dios azteca Códice Borgia

Es claro como la cultura tolteca tomó la figura de este dios de la tradición religiosa de Teotihuacan en donde se encuentra una pirámide dedicada a la serpiente emplumada que data del siglo II de nuestra era (o eso dicen los expertos).

 

Piramide de Quetzalcóatl Teotihuacan Mexico

Piramide de Quetzalcóatl Teotihuacan Mexico

Según la leyenda azteca, Quetzalcóatl  creó al Quinto Sol (la época en la que vivimos ahora).

Quetzalcóatl  puso los pilares para sostener el cielo después de que se derrumbó con el diluvio y también creó a la humanidad actual (la quinta), con huesos de los antepasados robados al dios de la muerte, Mictlantecuhtli, mezclados con  sangre de su miembro viril (¿ADN humano mezclado con ADN divino?).

Mictlantecuhtli (1a) y Quetzalcóatl (1b),  simbolizan la vida y la muerte Códice Borgia

Mictlantecuhtli (1a) y Quetzalcóatl (1b), simbolizan la vida y la muerte Códice Borgia

 Entregó el maíz a los humanos y era dios de la dualidad: unía lo celeste con lo terrestre  y la materia con el espíritu; prohibía los sacrificios humanos y promovía el  autosacrificio. 

ORIGEN MUY ANTIGUO

El culto a Quetzalcóatl tiene una raíz histórica muy antigua. Los estudios recientes demuestran que este personaje se relaciona con la Mitología olmeca y con su visión de la serpiente emplumada. 

OLMECAS

El arte y la iconografía de los olmecas demuestran claramente la importancia de la deidad de la Serpiente Emplumada en las cronologías de Mesoamérica, así como en el arte olmeca.

 

Juxtlahuaca_Serpent_M_Lachniet

Juxtlahuaca_Serpent_M_Lachniet

En las grutas de Juxtlahuaca hay una representación de una serpiente emplumada de estilo olmeca.

Incluso, se encuentran pinturas rupestres representativas de La Serpiente Emplumada desde lugares tan lejanos como la Laguna de Asososca, en Managua, Nicaragua, hasta Tula, hoy Estado de Hidalgo México.

 CHICHIMECAS

Existe otra versión científica según la cual es posible que este dios tenga raíces Chichimecas. Sus influencias culturales abarcaron gran parte de Mesoamérica, incluyendo a las culturas maya, mixteca y las culturas de Occidente, como en Nayarit.

monumento a Quetzalcoatl o Ehecatl Zona arqueológica Los Toriles en Ixtlán del Río Nayarit, México

monumento a Quetzalcoatl o Ehecatl Zona arqueológica Los Toriles en Ixtlán del Río Nayarit, México

 

TOLTECAS, TEOTIHUACAN

quetzalcoatl-teotihuacan

quetzalcoatl-teotihuacan

Como toda cultura mesoamericana los Toltecas le rendían culto a muchos dioses, los mas destacados entre ellos eran Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, dos de los dioses mas enigmáticos de la época pre-hispánica. El hecho es que se les rendía tributo a estos dos dioses, por naturaleza antagónicos.

quetzalcoatl en Teotihuacan

quetzalcoatl en Teotihuacan

Los dioses eran tan importantes que se leconsidera a la época clásica una época de culturas teocráticas, y el caso de los Toltecas no es una excepción. Los sacerdotes de los dioses eran los verdaderos gobernantes, no los reyes. Los sacerdotes dictaban sus interpretaciones de los deseos de los dioses, los cuales formaban una parte extremadamente importante en la vida diaria de lo Toltecas.

templo de quetzalcoatl teotihuacan

templo de quetzalcoatl teotihuacan

Los Toltecas fueron la máxima expresión de la época clásica de las culturas pre-hispánicas. Tuvieron una importancia enorme e influyeron las vidas de los indígenas en una proporción igual a la de los Olmecas, la cultura madre.

Tlaloc en Templo quetzalcoatl TEOTIHUACAN 1

Tlaloc en Templo quetzalcoatl TEOTIHUACAN 1

La figura mítica de Quetzalcóatl influye en las imágenes y representaciones de los personajes más importantes del mundo tolteca y del mundo maya. Kukulkan, que fundó Chichén Itzá o Topitzin Quetzalcóatl fundador de Tula, no son otra cosa que una prolongación de esta deidad que proviene de la Tollan Teotihuacán.

templo quetzalcoatl teotihuacan mexico

templo quetzalcoatl teotihuacan mexico

XOCHICALCO

piramide serpiente emplumada xochicalco

piramide serpiente emplumada xochicalco

 En Xochicalco también se adoraba a Quetzalcóatl.  Al iniciarse el horizonte clásico comienza a edificarse una arquitectura majestuosa como lo es el llamado templo de la serpiente emplumada (Quetzalcóatl) que muestra claramente la estrecha relación de esta ciudad con Teotihuacan. La influencia maya es mayormente apreciable en las edificaciones con relieves que presentan figuras mayoides y glifos totalmente ajenos a las civilizaciones del centro de México, constando así que la arquitectura de Xochicalco es una mezcla de influencias de pueblos del centro de México y elementos mayas.

 

Templo_de_Quetzalcoatl,_Xochicalco

Templo_de_Quetzalcoatl,_Xochicalco

MAYAS

Los mayas retomaron a Quetzalcóatl como Kukulkán o Gucumatz, aunque como se ha dicho antes es más conocida la versión de la cultura tolteca. Los aztecas incorporaron esta deidad a su llegada al valle de México.

 En el Popol Vuh, libro considerado como la biblia de los mayas k’iche’s, Quetzalcóatl aparece como una de las divinidades creadoras bajo el nombre de Gucumatz, también aparece como deidad de los vientos con el nombre de Ehécatl en la estela 19 de Ceibal.

Ver l creación en el Popol Vuh en:

https://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2014/03/22/2012profeciasmayasfindelmundo-wordpress-com27212popol-vuh-fragmento-del-mito-de-la-creacion-%E2%80%8E/ 

 Alcanzó especial trascendencia en la península de Yucatán, donde fue venerado por los mayas itzáes en Chichén Itzá, por los mayas cocomes en Mayapán y por los mayas tutl xiúes en Maní, en todas estas ciudades se construyeron templos en su honor.

Cabeza de serpiente Quetzalcoatl-Kukukkan al pie de la escalera de la piramide de Kukukkan o El Castillo Chichen Itza Mexico

Cabeza de serpiente Quetzalcoatl-Kukukkan al pie de la escalera de la piramide de Kukukkan o El Castillo Chichen Itza Mexico

 Según las crónicas mayas (según cronistas españoles), Kukulkán, al igual que Quetzalcóatl, es el conquistador que llegó a Yucatán por el mar desde el Oeste (en otras versiones, vino del Este), hacia finales del siglo XI, y se convirtió en caudillo y fundador de su civilización.

piramide-de-kukulkan-el-castillo-chichen-itza-mexico-y-orion

piramide-de-kukulkan-el-castillo-chichen-itza-mexico-y-orion

 De la fusión de los dos mitos, Kukulkán aparece como el señor del viento y de la lluvia porque rige y gobierna la nave (¿espacial?) que le condujo a Yucatán y al pueblo que fundó.

  

DIOS DE LOS ELEMENTOS (¿EXTRATERRESTRE?)

Kukulkán, del que hablan los arqueólogos, es la deidad que más frecuentemente aparece en los manuscritos del Códice de Dresde y otros.

 Tiene la nariz larga y truncada, como la de un tapir, y en él se encuentran todos y cada uno de los signos de un dios de los elementos:

  • Camina sobre el agua
  • Maneja antorchas ardientes
  • Se sienta en el árbol cruciforme de los cuatro vientos que con tanta frecuencia aparece en los mitos americanos.
Tree_of_life_Borgia codex El árbol de vida  Quetzalcóatl  lado izquierdo y Xochipilli  lado derecho evocan el movimiento unificador de descenso y ascensión .Wiki commmons

Tree_of_life_Borgia codex El árbol de vida Quetzalcóatl lado izquierdo y Xochipilli lado derecho evocan el movimiento unificador de descenso y ascensión .Wiki commmons

  • Vuela (¿en una nave espacial?)
Quetzalcóatl como Señor de la Aurora Huizcalpantecuhtli en una nave aérea fresco teotihuacano

Quetzalcóatl como Señor de la Aurora Huizcalpantecuhtli en una nave aérea fresco teotihuacano

Más datos de Quetzalcóatl como dios en:

http://serunserdeluz.wordpress.com/2013/01/31/quetzalcoatl-dioshombrerey-mitos-astronomicos-y-de-extraterrestres/

 

DIOS SOLAR, DEL CULTIVO Y HÉROE

Evidentemente es un dios del cultivo y héroe, puesto que se le ve plantando maíz, llevando herramientas y continuando un viaje, hecho que establece su conexión solar (muchas hipótesis lo señalan cono uno de los extraterrestres creadores e instructores de la humanidad).

Como el dios del maíz se convirtió en símbolo de lo más valioso para el mundo indígena y adquirió su cualidad de numen de la fertilidad, su carácter de símbolo de la creación humana y su asociación con el gobernante en cada centro.

Si te interesa verlo en su papel de dios creador, ve:

https://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2012/06/02/quetzalcoatl-crea-el-quinto-sol-y-a-los-seres-humanos-leyenda-de-los-soles/

 

LA DUALIDAD EN MESOAMÉRICA

Debido a que consideraban que todo el Universo tiene una naturaleza dual o polar, los toltecas creían que el Ser Supremo tiene una doble condición. Por un lado, crea el mundo, y por el otro lo destruye.

 

QUETZALCÓATL, EL TEZCATLIPOCA BLANCO

Según la Cosmogonía Náhuatl, el dios Iztauhqui-tezcatlipoca (Quetzalcóatl) es uno de los cuatro hijos de los dioses primordiales llamados Ometecuhtli y Omecíhuatl, bajo el relato de la creación del universo, de los cuales representan las esencia masculina y femenina de la creación, por lo que Quetzalcóatl simboliza la vida, la luz, la sabiduría, la fertilidad, el conocimiento y como patrón de los vientos y del día, es el regidor del Oeste con el nombre de Tezcatlipoca Blanco.

 Ver:

http://serunserdeluz.wordpress.com/2013/01/31/quetzalcoatl-dioshombrerey-mitos-astronomicos-y-de-extraterrestres/

 

TEZCATLIPOCA NEGRO

Yayauhqui Tezcatlipoca, “El espejo humeante de color oscuro”( contrincante en varias historias de Quetzalcoatl),

Yayauhqui Tezcatlipoca, “El espejo humeante de color oscuro”( contrincante en varias historias de Quetzalcoatl),

 La función destructora de Quetzalcóatl recibió el nombre de Yayauhqui Tezcatlipoca, “su humo del espejo”, cuya etimología es la siguiente: Tezcatl, “espejo”, I, “suyo”, Poca, “humo”. Quetzalcóatl y Tezcatlipoca siempre fueron enemigos y contrarios: el bien y el mal, la oscuridad y la luz.

 Los informantes del padre Motolinía describieron a esta deidad del siguiente modo: «Tezcatlipoca era el que sabía todos los pensamientos y estaba en todo lugar y conocía los corazones; por eso le llamaban Moyocoya (ni), que quiere decir que es Todopoderoso o que hace todas las cosas; y no le sabían pintar sino como aire.» (Garibay, Á.M.: Teogonía e Historia de los Mexicanos).

 

QUETZALCÓATL Y TEZCATLIPOCA

QUETZALCÓATL Y TEZCATLIPOCA

QUETZALCÓATL Y TEZCATLIPOCA

 A lo largo del tiempo y espacio cósmicos, el Tezcatlipoca negro y Quetzalcóatl, el Tezcatlipoca blanco, entablan la eterna lucha entre el bien y el mal.

 Sobre Quetzalcóatl y Tezcatlipoca como extraterrestres, ver:

http://serunserdeluz.wordpress.com/2014/08/17/dioses-aztecas-tezcatlipoca-eran-extraterrestres/

http://serunserdeluz.wordpress.com/2013/01/04/dioses-aztecas-o-extraterrestres/

QUETZALCÓATL DIOS Y HOMBRE

Con el tiempo, otros mitos se vinieron integrando para pasar de ser un dios creador de la humanidad hasta un rey mortal de la ciudad de Tula, o bien como otro dios solar al lado de su hermano Huitzilopochtli, interpretándose así con este mito, el traslado que realiza el Sol a través de los cielos, desde el amanecer hasta el atardecer por sus regidores y hermanos Tlahuizcalpantecuhtli y Xólotl, que junto con ellos, es hijo de Mixcóatl y Chimalma.

Sobre Huitzilopochtli y Quetzalcóatl, ver:

https://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2014/08/09/religion-y-filosofia-de-los-aztecas-o-mexicas/

 

QUETZALCÓATL Y VENUS

Los mexicas (aztecas) relacionaban a Quetzalcóatl con Venus, que se puede observar (viéndolo desde la Gran Tenochtitlan, ahora Ciudad de México) como si fuera una estrella al lado del volcán Popocatépetl durante ocho meses al año, y desaparece otros tres meses; la profecía indica que esta estrella y los dos equinoccios en donde se dice que Quetzalcóatl viene a la tierra dos veces al año a traer fertilidad y cosecha, sucederán hasta la segunda venida de Quetzalcóatl.

 Sobre el descenso de Quetzalcóatl Kukulkán, ver:

https://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2014/03/14/el-descenso-simbolico-de-kukulcan-la-serpiente-emplumada-en-chichen-itza/

 

CĒ ĀCATL TŌPĪLTZIN QUETZALCÓATL, TLATOANI DE TULA

Topiltzin_Quetzalcoatl

Topiltzin_Quetzalcoatl

(En náhuatl ‘Uno Caña Nuestro Venerable Señor’Nota 1 ) fue un personaje histórico de Cem Ānáhuac del México antiguo.

 Según las más recientes investigaciones, nació el 13 de mayo de 947 después de Cristo, en un sitio llamado Michatlauhco; palabra que se puede traducir como «Lugar del pez en la barranca iluminada» de michi (pez), atla-comolli (barranca), tlauh-tli (iluminado) y co (lugar), hoy asociado con el pueblo de Amatlán de Quetzalcoatl, estado de Morelos, México.

 Dice una leyenda que éste fue el rey sacerdote de la mítica ciudad de Tollan en el siglo X d.C., Tollan-Xicocotitlan (para algunos autores, Tula, para otros como Laurette Séjourné, Teotihuacan) fue la capital de la cultura tōltēca.

 Cē Ācatl Tōpīltzin era el principal sacerdote del dios Quetzalcóātl, considerado como representación de dicha divinidad en la tierra, por lo que lleva una vida ejemplar y casta y tomó de los dioses las artes y ciencias para darlas a los hombres.

 Sin embargo, debido a que Quetzalcóatl, sustituyó el sacrificio humano por el de aves, mariposas y otros insectos. pues conocía de herbolaria (fitoquímica) y con hierbas satisfacía sus requerimientos vitales para no beber sangre (ya que consideraba que no era bueno beber sangre humana ni de animal), e instruyó a los toltecas en herbolaria y prohibió los sacrificios humanos, no todos los habitantes de Tollan-Xicocotitlan lo veían con buenos ojos y comenzó a tener enfrentamientos con los adoradores de Tezcatlipōca, y son ellos, por medio de engaños, quienes hacen que se embriague y falte a su celibato. Debido a su terrible infracción, Cē Ácatl Tōlpīltzin Quetzalcóātl debe abdicar y partir exiliado, no sin antes haber prometido su regreso.

QUETZALCÓATL SE EMBARCA Y SE CONVIERTE EN VENUS

 “Siguieron los sucesos que ocasionaron la muerte de muchos ciudadanos de Tula y en esto, Tezcatlipoca jugó el papel principal:

CapÍtulo 9 
De otro embuste que hizo el mismo nigromántico, con que mató muchos más de los tultecas (…)”  (Sahagún, III-9, 1982)

Y Quetzalcóatl, no pudiendo hacer nada para salvar la vida de su gente, salió de Tula pues estos eventos debilitaron su poder así que la única solución era salir hacia Tlillan Tlapallan.

 Ver:

http://serunserdeluz.wordpress.com/2013/01/31/quetzalcoatl-dioshombrerey-mitos-astronomicos-y-de-extraterrestres/

 Desapareció a los 52 años, embarcándose en una balsa de serpientes (¿nave de extraterrestres?) en las costas del Golfo de México, donde hubo fuego y luego él se fue al cielo, partió de Tlillan Tlapallan (lugar del negro y del rojo), en la costa de Coatzacoalcos, Veracruz, y desapareció en las aguas, entre fuego y humo (según una leyenda se auto incineró, según muchos autores partió en una nave espacial que despegó entre fuego y humo), convirtiéndose en Venus, «la estrella de la mañana».

 

TLILLAN TLAPALLAN

  • “En Tlillan Tlapallan se autoincineró, entró en el cielo y se convirtió en el planeta Venus matutino.” (Anales de Cuauhtitlán)
  • Tlillan Tlapallan (“lugar del negro y rojo”) está en dirección del Este (Soustelle).
  • Quetzalcóatl dice que va en dirección del Sol (Sahagún), al Tlapallan.
  • Tezcatlipoca habla sobre Tlillan Tlapallan, adonde debía ir Quetzalcóatl para volver convertido en joven (¿un viaje espacial?). Después de verse en un espejo que le mostró Tezcatlipōca, Quetzalcóatl consideró que su rostro era horrible, por lo que se dejó crecer la barba y posteriormente comenzó a usar una máscara.

 

PIRÁMIDE DE CHOLULA

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Quetzalcóatl, en el camino hacia el Estado de Veracruz, pasó por Cholula, en lo que ahora es el Estado de Puebla, México, donde se dice que construyó la Gran Pirámide de Cholula.

 Ver:

https://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2014/10/02/la-gran-piramide-de-cholula-la-mas-grande-del-mundo-en-volumen/

 

MOCTEZUMA II CONFUNDE A HERNÁN CORTÉS CON QUETZALCÓATL

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Ce Acatl prometió regresar en cierta fecha del Xiuhpohualli que coincidió con la llegada de Hernán Cortés en el año de 1519, lo que hizo pensar a los mexicas y su Huey Tlatoani, Moctezuma II, que su dios Quetzalcóatl había regresado, además, en algunas versiones de la conquista de Tenochtitlan, se dice que por el lugar desde el que partió Quetzalcóatl, por ahí mismo llegó Hernán Cortés: al lugar que él bautizó como “Villa Rica de la Vera Cruz”, ahora llamada “La Antigua”, en el Estado de Veracruz, además de que Cortés arribó a las costas del ahora México, en la fecha (que se repetía cada 52 años) en que era esperado el regreso de este dios y debido a que una de las representaciones de esta deidad es la de un hombre barbado y blanco, cuando llegaron los españoles, blancos y barbados, como se describía a Quetzalcóatl-hombre, a las costas del Imperio Azteca, los pueblos del Anáhuac creyeron en un principio que Hernán Cortés era Quetzalcóatl.

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 Por todo lo anterior y otros hechos, no es extraño que los aztecas hayan confundido a Cortés con Quetzalcóatl (pero eso es otra historia que publicaré en otro post).

 A fin de propiciar la conversión de los nativos, los cronistas crearon el mito sincretista de que Quetzalcóatl era un apóstol cristiano (Santo Tomás).

 En tiempos recientes las religiones de origen neotolteca hablan en sus tradiciones y leyendas urbanas del renacimiento de este personaje. Este concepto está basado en el Códice de Quetzalcóatl.

***

QUETZALCÓATL  DRAGÓN:

dragon

dragon

Los conquistadores españoles  tradujeron el nombre de Quetzalcóatl como Serpiente Emplumada por su etimología: QUETZAL = pájaro, COATL = serpiente, pero el quetzal tiene varias características: posee pico, plumas,  alas, vuela etc., entonces, la traducción bien puede ser: Serpiente que vuela, o  serpiente con alas: la descripción del dragón.

 

QUETZALCÓATL HOMBRE:

Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl fue el  tlatoani (seguidor de Quetzalcóatl y que tomó su nombre) más importante de Tula, que bajo su gobierno llegó al florecimiento, sus enemigos lo hacen transgredir sus propias enseñanzas éticas y embarcándose en la costa del Golfo de México, se marcha en una balsa de serpientes (¿nave espacial?), hasta  llegar a Tlillan Tlapallan “lugar de la sabiduría” (¿donde estaban sus compañeros extraterrestres?) y es integrado a Quetzalcóatl dios, cristalizando así el Omeyotl, “concepto de la dualidad”: hombre y dios.

 Al irse promete regresar por donde se fue. Cuando llegó Hernán Cortés en la fecha en la que Quetzalcóatl partió,  a la misma costa, en el Golfo de México y debido a que los españoles eran blancos y barbados, como se describía a Quetzalcóatl-hombre, los azteca creyeron que se trataba de su dios bueno que regresaba, como ya dijimos antes.

 

QUETZALCÓATL COMO EXTRATERRESTRE

 Si quieres revisar algunas hipótesis que designan a Quetzalcóatl como extraterrestre, te invito a que visites el siguiente post. 

http://serunserdeluz.wordpress.com/2013/01/04/dioses-aztecas-o-extraterrestres/

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Bibliografía

Landa, Diego de. Relación de las Cosas de Yucatán. Madrid: Editorial Dastin S. L.

Caso, Alfonso. La Religión de los Aztecas. México, D. F.: SEP, 1945.

León-Portilla, Miguel. Filosofía Náhuatl. México, D. F.: UNAM.

Leyenda de los Soles en Anales de Cuauhtitlán. Tenochtitlan.

Los Cinco Soles Cosmogónicos. Tenochtitlan.

Códice Chimalpopoca.

Códice Borgia. 1ª reimpresión. Vol. Tomo III. México, D. F., Fondo de Cultura Económica, 1980.

Anales de Cuauhtitlán en Códice Chimalpopoca. México, D. F., UNAM, 1975.

De Alba, Ixtlixóchitl, Fernando. Historia de la Nación Chichimeca.

Garibay K., Ángel M. Teogonía e Historia de los Mexicanos. México, D. F.

Sahagún, Bernardino de, Fray. Historia General de las Cosas de Nueva España. México, D. F., Editorial Porrúa, S. A., 1982.

Séjourné, Laurette. Pensamiento y Religión en el México Antiguo. Traducido por A. orfila Reynal. México, D. F.: Fondo de Cultura Económica, 1983.

Soustelle, Jacques. Los Cuatro Soles, Origen y Ocaso de las Culturas. 1ª edición. Traducido por M. Victoria Catalina. Madrid: Ediciones Guadarrama, 1969.

Velázquez, Primo Feliciano, trad. «Leyenda de los Soles» en Códice Chimalpopoca. México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México, 1945.

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Imágenes tomadas de internet, Pinterest  o de los enlaces relacionados.  Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de cómo fueron en aquellos tiempos y lugares.

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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

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ENLACES RELACIONADOS

http://oldcivilizations.wordpress.com

http://www.teotihuacanenlineateotihuacan.com/2010/07/toltecas-conclusion.html

http://revistahistoria.uc.cl/resenas/1360/

http://www.culturasprehispanicas.com/2011/11/xochicalco.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Quetzalcóatl

http://es.wikipedia.org/wiki/Ce_Ácatl_Topiltzin_Quetzalcóatl

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PEDRO DE ALVARADO, MATANZA DEL TEMPLO MAYOR

PEDRO DE ALVARADO

Y MOCTEZUMA II

Pedro de Alvarado ayudó a Hernán Cortés en el secuestro del Huey Tlatoani de los aztecas, el emperador Moctezuma II.  Mientras lo tuvieron como rehén, Alvarado y Moctezuma simpatizaron; hay versiones de ambas simpatías, también de lo contrario (Pereyra p 111).

Pedro y Moctezuma platicaban junto a una de las fuentes,semejantes a las españolas, de los jardines del palacio, el agua salía por las fauces de una serpiente bellamente tallada en piedra.

Moctezuma era un poco menos alto que Alvarado, delgado, morenoclaro, pelo negro, lacio, hasta los hombros, barba rala, bigotes sólo en las comisuras de los labios, en esa ocasión usaba un manto de algodón blanco, bordado con grecas de colores vivos, sandalias amarradas en las pantorrillas, está triste por la situación de su pueblo y de él mismo al verse prisionero de los españoles.

Pedro de Alvarado platica con él, se siente de una raza y cultura superior, pero no puede resistir el carisma de Moctezuma, quien -por su parte- lo odia por ser su captor y guardián, pero tampoco puede sustraerse al carisma de Pedro

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PEDRO DE ALVARADO PIERDE LA COMUNICACIÓN AMABLE CON  MOCTEZUMA

La actitud de los aztecas, empezando por Moctezuma, cambió desde que Cortés salió al encuentro de Narváez.  Dejaron poco a poco de ser solícitos y se perdió la comunicación entre los dos altos mandos (Moctezuma y Alvarado, porque éste no tenía el ingenio político de Cortés).  Pedro se atenía a lo que los tlaxcaltecas le decían de los aztecas.

LA FIESTA DE TÓXCATL

Cortés salió en los primeros días de mayo, un poco antes de la celebración del dios Tóxcatl, fiesta muy importante y solemne de los aztecas, en el que se celebraba una festividad muy importante en honor de Tezcatlipoca -dios de dioses- «Espejo Humeante», ante cuyo poder caprichoso, absoluto y algunas veces hostil, los aztecas se sentían impotentes; antes de irse Cortés, Moctezuma había concertado con él que se celebraría según los rituales normales.

Para los aztecas las festividades eran las diversiones más espectaculares de sus rituales, pues en ellas conmemoraban los hechos épicos de sus dioses, imploraban su favor, les enviaban mensajes, celebraban sus victorias guerreras, etc. y le servían al pueblo y a los nobles para lucir sus mejores galas, cantar, bailar, comer, presenciar combates gladiatorios, etc.

Ya que en las ceremonias del dios de la guerra los hombres ejecutaban en la plaza del Templo mayor maniobras, simulacros de escaramuzas y batallas para deleite de los espectadores, Moctezuma había pedido la autorización de Cortés para llevarlas a cabo; el capitán la había dado, con la condición de que no llevaran armas y de que no se efectuaran sacrificios humanos.

El ritual consistía en sacrificar, en honor de Tezcatlipoca, a un joven de intachable perfección física, que se escogía desde un año antes para que durante ese tiempo gozara de todos los deleites y podía andar por la ciudad adornado de flores y luciendo su séquito de bellas mujeres; se le acataba como la imagen de Tezcatlipoca.

Veinte días antes de la celebración se le daban cuatro hermosísimas doncellas para que le proporcionaran todos los placeres sensuales y los últimos cinco días eran dedicados a opíparos banquetes.

El ritual se iniciaba con danzas en la explanada frente al templo mayor; los danzantes eran algunos sacerdotes y señores principales, ataviados con sus mejores galas y joyas.

En el momento de la gran ceremonia el joven elegido era conducido por los sacerdotes con toda solemnidad hasta arriba del templo; en cada escalón iba rompiendo una a una las flautas que había tañido durante el año que había durado su consagración.  Al llegar a la cima, el joven era colocado acostado sobre la piedra de los sacrificios, llamado téchcatl, le daban una bebida adormecedora para que no sintiera dolor cuando le abrieran el pecho con un cuchillo de pedernal y con toda solemnidad, le sacaban el corazón.  después de terminada la ceremonia, el cuerpo sin vida era bajado con  toda reverencia y le cortaban la cabeza para colocarla en el tzomplantli de las calaveras, situado enfrente de la puerta principal del templo y en cual se colocaban las cabezas de los sacrificados, insertadas en vigas puestas paralelamente una sobre otra, a fin de que las cabezas quedaran expuestas, cara afuera, para ser todavía reverenciadas por el populacho.  El ser elegido para este ritual era un honor para cualquier joven y todos deseaban esa distinción.

ALVARADO DEBE TOMAR UNA DECISIÓN

Alvarado estaba muy inquieto y sin la cooperación de la Malinche, no le era dado tener una clara explicación por parte de Moctezuma. los banquetes y festejos de los últimos cinco días lo habían tenido muy nervioso, máxime sabiendo que ese día se reunirían los más altos señores y guerreros de la Triple Alianza

Para aumentar su inquietud, una vieja indígena, queriendo congraciarse con la Malinche, le dijo que huyera antes de la celebración, porque los guerreros iban a atacar a los españoles (Solís) .           

EL PLAN DE LOS AZTECAS

Aprovechando la festividad y que Cortés había dado su anuencia sabiendo que iba a haber danzas y escaramuzas, los aztecas urdieron un ataque a los españoles, disfrazando a soldados como nobles para efectuar la danza en la explanada del Templo Mayor, sin llevar armas visibles -pero sí navajas de obsidiana escondidas entre las ropas- y luciendo sus mejores y más vistosas joyas, pues sabían de la obsesión española por el oro y las piedras preciosas; estos «nobles» serían la carnada para atraer al capitán y sus hombres a la explanada, mientras algunos «espectadores» -soldados disfrazados de gente del pueblo- recuperaban rápidamente sus armas que habían dejado en casas vecinas y cercaban a los españoles por la espalda.

Para no fallar, enviaron a mucha gente a correr el rumor de lo que pensaban hacer, porque querían estar seguros de que los españoles acudirían a la explanada.

Alvarado había notado muchos cambios en la actitud de los nobles de la corte desde que Cortés salió al encuentro de Narváez, por lo que se valió de espías tlaxcaltecas para que le informaran lo que pasaba en la ciudad; se le dijo que la gente estaba inquieta y misteriosa y que se hacían juntas en casas particulares, con actitudes que descubrían la intención.  Finalmente le dijeron que se estaba forjando una conjuración contra los españoles, y que la fecha sería en la fiesta del dios Tezcatlipoca, celebrado en el mes de Tóchcatl (20 de mayo de 1520), aprovechándose del baile, para luego incitar al pueblo a ir a rescatar a Moctezuma. Por supuesto esto era lo que querían los guerreros aztecas.

El día anterior por la mañana vinieron algunos nobles promotores de la fiesta a pedir la anuencia de Pedro, y él -puesto que no tenía ninguna seguridad- dio el permiso, con la condición de que no llevaran armas ni hicieran sacrificios de sangre.  Esa noche se enteró de que habían escondido armas en el barrio anexo al templo, con lo cual dejó de dudar y decidió asaltarlos al inicio de la fiesta, sin darles tiempo de tomar las armas ni levantar al pueblo.

Los aztecas habían logrado su propósito, pues los tlaxcaltecas rumoraban, muertos de miedo, que los aztecas los

atacarían aprovechando las danzas rituales de la festividad y su paranoia se fue contagiando a los españoles y sobre todo a Pedro, quien tenía toda la responsabilidad de las decisiones que debían tomarse; por una parte, si hacía oídos sordos a los rumores y eran atacados por sorpresa, podrían fácilmente ser eliminados a pesar de los miles de tlaxcaltecas que los acompañaban, por otra, si ellos atacaban primero aunque  los rumores fueran falsos… lo que podría pasar era que los españoles tuvieran la plaza sojuzgada por las armas en lugar de sólo por acuerdo (no supuso que los indios tuvieran la posibilidad de ganar la batalla si él los atacaba por sorpresa) y obtendrían un muy buen botín con las joyas de los celebrantes.

Cuando estuvo seguro de que se iba a efectuar el alzamiento, decidió que actuando de la misma manera que lo hiciera Cortés cuando tuvieron el mismo peligro, no sólo se salvarían , sino de felices resultados posteriores, puesto que al tener a su merced a las cabezas de los tres reinos y acabar con ellas, el pueblo, sin guía, sería incapaz de volver a sublevarse.

DIFERENCIAS ENTRE LOS SACRIFICIOS AZTECAS Y LAS TORTURAS ESPAÑOLAS

El día de la fiesta después de un rato a solas para poder tomar la decisión correcta, se dirigió al patio del templo donde ya habían comenzado los festejos (los españoles nunca entendieron que los que iban a ser sacrificados a los dioses se sentían honrados y quede esa manera se ganaban un destino semejante al cielo de los cristianos).

Encontró que iban a ser inmolados tres jóvenes durante las solemnidades previas a la ceremonia principal.  Ordenó que los tres muchachos (entre los cuales se encontraban dos parientes de Moctezuma) fueran sometidos al tormento de aplicarles brasas encendidas en el vientre, lo cual -además de doloroso- fue una vejación a la dignidad de los jóvenes, que estaban dispuestos a ser sacrificados en un solemnísimo ritual a sus dioses, sin más dolor físico que (después de beber un preparado de hierbas con droga para tranquilizarlos y evitarles el dolor) una pequeña sensación en el pecho al ser abierto, y luego la insensibilidad de la muerte al serles cortado el corazón, además de su estado mental y emocional de saberse destinados al paraíso de los sacrificados, que era uno de los mejores dentro de los 13 cielos de los aztecas.

El tormento a que los sometieron los españoles fue muy diferente, pues aparte de su dignidad herida por el maltrato, ellos ni estaban dispuestos emocionalmente, ni tranquilizados por ninguna droga, para soportar el dolor de sus entrañas quemadas por brasas ardiendo.

Los muchachos estaban en una situación muy difícil, pues les cambiaron las circunstancias para las que ya estaban preparados, y se encontraron con que en lugar de ser sacrificados a su dios, estaban siendo torturados para decirles a los españoles lo que éstos querían escuchar, pues -además- al traductor le decían:

-Di, Francisco, dicen que nos han de dar guerra de aquí a diez días.

Francisco les preguntaba en náhuatl, y aunque los jóvenes respondían que no sabían, Francisco les decía a los españoles.

-Sí, señor, sí señor.

Pedro interpretaba esto como que los interrogados estaban

aceptando que los indios los iban a atacar por sorpresa, sin enterarse de lo que realmente contestaban los torturados.

Mientras tanto, ya había empezado la danza en el recinto del templo, 2000 nobles, cargados de fastuosas joyas pero sin armas, bailaban al son de flautas, chirimías, caracolas y tambores.

Pero algo falló a los aztecas, que suponían que Pedro esperaría a tener la seguridad del ataque para actuar, porque a Alvarado, que no tenía el enorme ingenio y habilidad política de su jefe sólo se se le ocurrió (sin tener en cuenta las diferencias, y que las decisiones hábiles deben tomar en cuenta la diversidad de circunstancias en cada caso particular), fue hacer lo mismo que Cortés en Cholula (Pereyra).

ALVARADO ATACA POR SORPRESA, LA MATANZA DEL TEMPLO MAYOR

Alvarado dejó a la mitad de sus hombres custodiando a Moctezuma y a los prisioneros y a la hora señalada se

dirigió al templo con el resto, con el pretexto de la curiosidad que les causaba la fiesta.

Alvarado cubrió las puertas del patio mientras se llevaba a cabo la danza sin que los nobles danzantes se percataran de sus maniobras. y aunque había miles de espectadores, sin cuidarse de ellos dio la orden a sus soldados, que se lanzaron contra los danzantes cuando se hallaban desprevenidos y desarmados, iniciando la más horripilante y despiadada carnicería, cortando manos y cabezas, dando estocadas y lanzadas a diestra y siniestra, y a los que se acercaban a las puertas, intentando ir por sus armas, ahí los mataban.  Corría la sangre por el piso de mármol como si fuera agua de lluvia y toda la explanada estaba cubierta de cabezas, brazos y cadáveres; los españoles  buscaban por todos los rincones para rematar a los heridos. Una vez muertos todos, la soldadesca, ya sin control, se dio a la rapiña y al despojo de los cadáveres, entre los que se contaban no sólo los danzantes, sino infinidad de espectadores, mujeres y niños, pues los españoles una vez comenzada la orgía de sangre, no se fijaban a quien mataban.

La intención de Alvarado era castigar la «traición» de los aztecas y desunirlos, lo cual consiguió sin dificultad, pero los soldados españoles una vez iniciada la orgía de sangre, se dedicaron al pillaje y despojo de los cadáveres aún tibios de sus víctimas, arrebatándoles sus joyas

Situación muy difícil de controlar cuando los soldados (españoles) se encuentran vencedores con la espada en la mano y el oro a la vista.

La mayoría de los soldados aztecas disfrazados de nobles que estaban en la danza ritual fueron atacados por la espalda antes de lo que esperaban   y no tuvieron tiempo de defenderse, pues murieron en el acto. Muertos ellos, los soldados españoles atacaron al gentío sin ton ni son, hiriendo y matando a los que corrían espantados al ver semejante matanza; sin embargo, uno de los caudillos aztecas pudo huir herido, pues su atacante lo consideró muerto y, después de arrancarle su pectoral de oro y demás joyas, lo dejó tirado en el suelo, para ir a despojar al cadáver más cercano.  El noble indígena se arrastró lentamente, por sus heridas y para no llamar la atención de los españoles, y cuando finalmente salió del patio del templo se levantó dando voces para organizar a los hombres que ante la sorpresa no sabían qué hacer.  De inmediato envió a los hombres por sus armas y cuando tuvo disponible a un buen número de guerreros, dio la voz de guerra.

Los indios, ya organizados y bajo el mando de un jefe, atacaron vigorosamente a los españoles, que hasta ese momento se había dado impunemente al festín de sangre, muerte y botín; cuando los defensores entraron al patio y vieron la asquerosa rapiña española, se indignaron justamente y atacaron con toda la ferocidad que les nacía de ver a sus soldados junto con simples espectadores, mujeres y niños, yacer muertos por las armas de los españoles y despojados después de sus joyas y adornos valiosos, por unos despreciables seres que difícilmente podrían llamarse humanos, con la codicia brillando en sus ojos inyectados de sangre.

Acamactli, sacerdote dedicado al culto de Quetzalcóatl, se encontraba dentro del templo cuando se inició la matanza, al escuchar los alaridos de los españoles al atacar y los gritos de pánico de la multitud, se asomó y no podía creer lo que sus ojos estaban viendo; se encomendó a sus dioses y tomando un cuchillo de obsidiana de los que servían para abrir los pechos de los sacrificados, bajó las escaleras lo más rápido que su vestimenta le permitía; al ir descendiendo, buscó con la mirada a Tonatiuh, pues sabía que él se había quedado al mando de los invasores, lo localizó y tratando de pasar inadvertido se le acercó, justo en el momento en que se escuchaba el grito de guerra de Anacahuictli, el guerrero que había escapado herido.

Pedro soltó el collar de piedras preciosas que acababa de quitar a un noble muerto y levantó la vista para ver qué estaba pasando, cuando vio que los indígenas contraatacaban intentó dirigirse al centro de la acción  para organizar a sus bestias, pero no sin antes recibir una cortada en el brazo izquierdo, que le hizo Acamactli cuando Pedro iniciaba la carrera hacia donde se le necesitaba; Alvarado, debido a la excitación de la batalla, no sintió la cuchillada sino hasta varios pasos más allá, pero no se entretuvo en responderla, por lo que Acamactli se quedó frustrado con el cuchillo en la mano, cuando ya pensaba que tendría la oportunidad de matar al líder y ni siquiera pudo herir a ningún español más pues Pedro ordenó la inmediata retirada y los españoles huyeron en el acto.  lo único que pudo hacer el sacerdote, fue cerrar los ojos de muchos nobles muertos a traición por los invasores y organizar a las mujeres que no estaban muy malheridas para los funerales de tantas víctimas, aunque tal no fuera la usanza, pero los hombres debían cobrar venganza.

RETIRADA DE LOS ESPAÑOLES AL MANDO DE PEDRO DE ALVARADO, LOS AZTECAS LOS SIGUEN Y SITIAN EL CUARTEL

Al verse atacado por los defensores, Alvarado -herido por Acamactli- ordenó la retirada al Palacio de Axayácatl, donde tenían su cuartel, al cual llegaron unos segundos antes que sus perseguidores, quienes ya que no pudieron vengarse matándolos, se conformaron con sitiarlos, cortándoles el agua e impidiéndoles la entrada de alimentos. Pedro no tuvo la precaución de explicar los motivos de su sorpresivo ataque, ni de  decir que le habían informado de una traición y que los nobles tenían armas escondidas para acometer a los españoles.

Simplemente se retiró vencedor después del pillaje, lo que irritó tanto al pueblo, que tomó las armas contra los asesinos saqueadores, sin necesidad de que los nobles y los soldados los azuzaran (Solís, p 236\7), pues esta carnicería sobrepasó los límites de lo que podían soportar, porque ya habían sufrido la profanación de sus templos, la prisión de su monarca, habían tenido que aceptar como huéspedes a sus enemigos tlaxcaltecas y huejotzincas, y hasta se habían tragado insultos y profanaciones a su religión.

Los sentimientos de hostilidad y rencor acallados tan difícilmente por tanto tiempo se convirtieron en un alarido de venganza y todos los habitantes de la ciudad empuñaron las armas sitiando el cuartel de los enemigos.

Algunos intentaron escalar los muros, otros los minaron en algunas partes y les prendieron fuego. al verse en tan comprometida situación, Alvarado tuvo que recurrir a Moctezuma, quien después de mucho  aceptó subir a la azotea a ordenar el cese de hostilidades.  Los guerreros aztecas no querían obedecer y tildaron a Moctezuma de traidor, pero como aún era su Tlatoani, dejaron de atacar, aunque no levantaron el sitio, hasta que se enteraron que Cortés regresaba vencedor.    

REGRESO DE CORTÉS

Cuando, el 24 de Junio, el Capitán General entró en Tenochtitlan  por el barrio de Tlatelolco, los guerreros y el pueblo se habían retirado estratégicamente, dejando el acceso al Palacio de Axayácatl desierto y silencioso, lo cual no afectó a Cortés, aunque la situación fuera diferente a su primera entrada por la calzada de Iztapalapan, pues si bien en aquella ocasión había entrado en medio de aclamaciones, sólo lo acompañaba un puñado de compatriotas, y ahora venía con muchos más, del ejército de Narváez, que se le habían unido en Veracruz. Los aztecas lo dejaron entrar para tener a todos los enemigos juntos en el palacio y después sitiarlos para exterminarlos.

Cuando Cortés llegó al Palacio de Axayácatl, ignoró la bienvenida de Moctezuma, y después se negó a recibirle porque los aztecas habían vuelto a sitiarlos y su tropa casi no tenía qué comer y la poca agua salitrosa de que disponían no era buena para beber.

Cuando unos emisarios de Moctezuma le pidieron audiencia para el monarca contestó:

-¿Qué tengo que hacer con este perro rey que permite que nos maten de hambre a su vista?

Olid, De Avila y Velázquez trataron de calmarlo (Alvarado hubiera querido hacerlo, pero no se atrevió a hablar).  Cortés se enfureció más, sobre todo porque sospechaba que Moctezuma se había puesto de acuerdo con Narváez para el levantamiento de la fiesta de Tóxcatl (Alvarado no lo creía así).

-¿No nos traicionó el perro en sus comunicaciones con Narváez? ¿Y no nos deja morir de hambre ahora que sus mercados están cerrados? – se dirigió a los enviados de Moctezuma -¡Id y decid a vuestro amo y a su pueblo que abran los mercados o nosotros lo haremos por la fuerza!

CORTÉS REPRENDE A ALVARADO

Después se encerró en una habitación pues necesitaba hablar con Alvarado, al que escuchó con aparente calma, porque quería saber lo que realmente había ocurrido. Pensaba castigar a Alvarado si lo encontraba culpable, como se decía, de haber atacado sólo impulsado por la codicia para hurtar las valiosas joyas de los danzantes.

Cuando su capitán terminó su explicación lo observó adusto.

Al escuchar las razones de su capitán, que dijo haberse sentido amenazado y que actuó así sólo para ganar la delantera a los aztecas,  Cortés se conformó con reprenderlo duramente, por su arrojo y falta de previsión con que dejó casi sin vigilancia a Moctezuma; culpándolo por no justificar a voces con el pueblo la resolución que se vio obligado a tomar.  Finalmente, levantándose de su asiento y mirándolo duramente le dijo:

-Habéis hecho mal, no habéis correspondido a la confianza que deposité en vos, os habéis conducido como un hombre sin juicio.

Dándole la espalda bruscamente se apartó con manifiesto disgusto.

Cortés aceptó los razonamientos de Alvarado como válidos porque no era momento de dividir sus fuerzas, y menos de perder una espada tan diestra y valerosa como la de Alvarado (Solís P 236\7 )   (Prescott 347).

CONTINÚA EL SITIO Y CORTÉS LIBERA A CUITLÁHUAC

Al día siguiente el sitio continuaba, la ciudad seguía desierta y en las cortaduras de las calles, los  puentes*de las calzadas habían desaparecido.

Cortés le exigió a Moctezuma que ordenara la actividad normal de la ciudad, y éste le pidió la libertad de Cuitláhuac para que diera las órdenes, porque se necesitaba a alguien con mucha autoridad para que se acataran.

Cortés no midió las consecuencias y accedió a soltar a Cuitláhuac, hermano de Moctezuma, sin sospechar que  se uniría a Cuauhtémoc, su sobrino, que estaba a la cabeza de los sublevados. (Pereyra)

Cuitláhuac era hermano del monarca, por lo tanto de sangre real y con derechos de parentesco para asumir el poder cuando Moctezuma muriera; éste aún estaba vivo, pero -según el pueblo- en contubernio con los invasores. (Pereyra y Solís) Cuitláhuac al salir  convocó al Consejo Estatal (Tlallocan), que destituyó a Moctezuma y nombró Tlacatecuhtli al propio Cuitláhuac, que encabezó la ofensiva al palacio donde se guarnecían los españoles, pues siendo un jefe guerrero experimentado reorganizó las desordenadas tropas, urdiendo un plan de operaciones más eficaz, ordenando -por principio de cuentas- que levantaran los puentes levadizos que aún no habían quitado, para que el enemigo no pudiera huir.

CUITLÁHUAC ATACA A LOS ESPAÑOLES

Los españoles vieron con sorpresa cómo los indios, ordenados en espesas columnas, con brillantes pendones desplegados y reflejando la luz en sus yelmos, flechas y lanzas, avanzaban rápidamente hasta rodear por completo el palacio de Axayácatl, que era un conjunto irregular de edificios de piedra de un solo piso, salvo las torres del centro, que estaban rodeadas por un gran patio cercado por un muro de piedra no muy alto que, sin embargo, eran suficientes para detener el embate de los sitiadores.

Cuando los de  vanguardia se acercaron al muro, todos los guerreros aztecas prorrumpieron a una su penetrante grito de guerra, que hizo temblar a los tlaxcaltecas que sabían lo que podía significar, mientras los españoles, sudando frío, se plantaban más firmemente en el suelo apretando fuertemente sus arcabuces.  Un segundo después de escuchar el alarido de los aztecas, recibieron una   lluvia de flechas y piedras arrojadas con hondas desde afuera y desde las azoteas inmediatas.  Los españoles respondieron con una descarga general de artillería, arcabuces y ballestas, matando a muchos aztecas, pero seguían llegando más, dando la impresión de que salían de la misma tierra.  Desde las azoteas seguían llegando flechas y piedras, pero no hacían tanta mella en los sitiados como la  artillería a los sitiadores, que -al desconocer el daño que podían hacer las armas de fuego se habían lanzado confiados al ataque.

La caída de muchos de sus compañeros de vanguardia los hizo vacilar por unos segundos, pero reponiéndose y lanzando un nuevo grito de guerra, avanzaron sobre sus camaradas caídos.  La segunda y la tercera descarga pusieron un poco de desorden en sus filas, pero volvieron a la carga lanzando nubes de flechas de las cuales pocas daban en el blanco, no así las que arrojaban desde las azoteas, pues desde lo alto, los guerreros podían dirigir mejor su puntería; las piedras que arrojaban con hondas eran las que más estragos hacían sobre todo en los tlaxcaltecas y en los soldados veteranos de Cortés que eran los que menos defensa tenían.

A pesar de que muchos aztecas caían ante el fuego enemigo, algunos lograron trepar los muros de poca altura, pero los disparos de los españoles o los macuáhuitl de los tlaxcaltecas los repelían. Al ver lo inútil de su intento, trataron de rompen los muros golpeándolos con pesadas piezas de madera; al no lograr abrir brecha, quisieron prender fuego al cuartel español arrojando teas encendidas por encima de las troneras; las barracas de los tlaxcaltecas eran de madera y se incendiaron, causándoles gran perjuicio a los sitiados que apenas tenían el agua suficiente para beber, por lo que trataron inútilmente de apagar el fuego con tierra y finalmente para detenerlo tuvieron que destruir una parte de la muralla, que Cortés mandó defender con cañones y arcabucesque disparaban por la abertura a los sitiadores.

Era una lucha para vencer o morir.  Del patio del palacio se elevaban grandes llamaradas y espesas columnas de humo; las quejas de los heridos y moribundos no podían escucharse en medio de los gritos de los combatientes y el estruendo de cañones y arcabuces, unidos al silbido  de las flechas y piedras arrojadas por los aztecas.

Llegó la noche para dar respiro a los españoles, porque los aztecas rara vez peleaban en la oscuridad, aunque -de cuando en cuando- lanzaban una flecha o una piedra sólo para recordar al enemigo que seguían ahí.

Cortés no se esperaba esta ferocidad por parte de unos aztecas que le habían permitido posesionarse de uno de sus palacios, que no chistaron cuando secuestró a su emperador y que habían dejado entrar al enemigo hasta el corazón de su ciudad.  Sabía de los presagios que anunciaban su llegada y su victoria y se había aprovechado de ellos, pero los guerreros no eran tan supersticiosos como su emperador y cuando los ultrajes llegaron al límite reaccionaron como lo que eran: un pueblo guerrero.  A pesar de la lucha del día anterior, Cortés pensó que el ataque sólo había sido una exaltación pasajera que se disiparía pronto, así que al día siguiente quiso hacer una salida para castigar a los aztecas y mostrarles quien era el jefe.

Sin embargo, aún no aprestaban sus armas, cuando empezaron a recibir andanadas de flechas y al asomarse vieron que el ejército había aumentado y no tenía la apariencia de «populacho enardecido», sino que  era un ejército regular, dividido en batallones cada uno con su respectivo estandarte, cuyas insignias mostraban que pertenecían a las principales ciudades del valle; el principal era -naturalmente- el de  Mexhico Tenochtitlan, con el águila devorando una serpiente, posada sobre un nopal, todo ello bordado con plumas.  Entre los guerreros se podía distinguir a los sacerdotes que los animaban a vengar a sus ultrajados dioses.

Antes de que los aztecas atacaran, Cortés ordenó que un grupo saliera después de una descarga general de artillería y fusilería que acabó con buen número de sitiadores, lo cual aprovecharon los españoles para salir al mando de Cortés, rodeado por su infantería y varios miles de tlaxcaltecas.  Hubo sorpresa entre los sitiadores, pero se reorganizaron refugiándose tras barricadas que ya tenían preparadas y aunque muchos murieron traspasados por lanzas y espadas, también diezmaron al invasor, pues lo atacaban por todos los flancos, incluso algunos suicidas se abrazaban a las patas de los caballos mientras otros trataban de tirar a los jinetes para acabar con ellos ahí mismo con su temible Macuáhuitl o, peor, eran llevados en una canoa al altar de los sacrificios, donde los sacerdotes felices llevaban a cabo su labor.

Los que más afectaban a los españoles eran los guerreros colocados en las azoteas, pues lanzaban miles de flechas y piedras con tanta fuerza que tiraban a los caballeros de un sólo golpe.  Viendo esto, Cortés ordenó prender fuego a las casas, que aún siendo de piedra tenían muchas cosas inflamables, pero entre las construcciones había grandes espacios, canales y puentes levadizos, así que el fuego no se propagaba y la destrucción de la ciudad fue lenta.

Fue un combate de ataques y retiradas en que ambos contendientes tenían graves pérdidas, pero aunque los aztecas perdían más soldados, les llegaban refuerzos, cosa que no sucedía con los españoles, que sufrían más por la pérdida de un hombre que los otros por la de cien.

Cortés finalmente, al ver la ferocidad de su enemigo -que ni él ni los que habían servido en Italia y Turquía, habían visto jamás- ordenó la retirada, no sin que los aztecas cargaran sobre ellos con nutridas andanadas de flechas y piedras; aunque no pudieron entrar tras los enemigos, acamparon fuera del palacio con la misma resolución del día anterior.

DESTITUIDO MOCTEZUMA, LOS AZTECAS PUDIERON ATACAR A LOS ESPAÑOES

El capitán español había cometido un error de juicio al pensar que los aztecas podrían sufrir calladamente todos los insultos que les había hecho; si lo habían soportado sólo se debía al respeto que le tenían a Moctezuma, pero no al miedo que pudiera haberles inspirado Cortés y su ejército, por muchas armas de fuego o caballos que trajera; pero una vez quitado el freno que los detenía, manifestaron sus violentas pasiones, que demandaban vengar las afrentas recibidas, máxime habiendo sido hasta entonces los señores de un gran imperio.

Al día siguiente el Palacio de Axayácatl fue atacado varias veces por los aztecas y los españoles tenían que defenderse con toda la artillería para evitar que entraran al cuartel. cosa que algunos lograron, aunque sólo encontraron la muerte.  De cualquier manera el incidente preocupó a Cortés, pues hubo momentos en que los soldados temieron que su cuartel fuera tomado por asalto.

CORTÉS OBLIGA A MOCTEZUMA A CALMAR A SU PUEBLO

Ese día Cortés dio la orden de construir una especie de castillos rodantes para defenderse y a la vez tener posibilidad de alcanzar las azoteas y atacar a los aztecas que los hostilizaban desde ellas, y temeroso de que entraran al cuartel, demandó a Moctezuma, amenazándolo con matar a sus hijos si no lo hacía, que calmara a la muchedumbre hablándoles desde la azotea, a lo cual accedió el monarca, no por la amenazas de su captor, sino porque sabía que Cuitláhuac ya había tomado el mando y quería darle instrucciones, pues cuando los españoles lo dejaron libre no pudo hablar con él.

Teniendo la certeza que si en su discurso hacía veladas alusiones a algunas de las históricas arengas de Tlacaélel[i], Cuitláhuac entendería el sentido real de sus palabras, aunque éstas dijeran lo contrario.   Aceptó hablarle al pueblo desde la azotea del Palacio donde se encontraba prisionero de los invasores.

Los guerreros y el pueblo que estaban atacando el palacio lo reconocieron de inmediato, pues su manto blanco con grecas de colores vivos y orlado con hilo de oro y su penacho también blanco, que eran las vestiduras imperiales, sólo él podía usarlas.

Cortés lo liberó de sus cadenas para que los atacantes no se sublevaran más, pero ordenó que colocaran una lanza en su espalda y Moctezuma caminando despacio, subió con toda dignidad a la azotea para hablarle a su gente. Se paró cerca del pretil, pero cuidando de no pisar el dibujo que había en el suelo, con la figura de un águila sobre un nopal, y en el pico una serpiente,   sobre un círculo rojo como fondo. Ver este símbolo confortó su corazón y se dispuso a hablar.

Sabía que Su discurso lo iban a traducir, como siempre, Malintzin y Jerónimo de Aguilar, pero él estaba seguro de que desconocían la Historia oral de Tehochtitlan, así que no había peligro de que entendieran lo que implicarían sus palabras.

Comenzó por aplacar (aparentemente) a su pueblo, diciéndoles:

-¡Amado pueblo mío!, recuerda cuando comenzó nuestro Imperio… ten presente que cuando éramos vasallos de los tecpanecas teníamos muchos conflictos internos… ¡no los repitamos! 

El populacho se calmó al oírlo. Moctezuma continuó:

-¡Recuerda la arenga de Tlacaélel al tomar el poder…!

Calló por un momento para dejar que los guerreros que lo escuchaban recordaran lo que todos conocían (por medio de la historia oral), del discurso del Gran Sacerdote Tlacaélel cuando recibió su investidura:

«¿Qué es lo que hacéis tenochcas?

                        ¿Cómo puede haber cobardía en el

                        pueblo de Huitzilopochtli?

                        Meditad, buscad un medio para nuestra

                        defensa y honor y no aceptemos entregarnos

                        afrentosamente en manos de nuestros enemigos.

                         Este es el sitio donde el águila despliega

                        sus alas y vence a la serpiente.

                        ¿Quién no lo defenderá?

                        ¡Que resuenen nuestras voces anunciando

                        al mundo la contienda!

                        El tiempo de la ignominia y la degradación

                        ha concluido, ya es tiempo de nuestra gloria,

                        ya las flores de guerra abren sus corolas.

                        ¡Que llegue la aurora!, nuestros pechos serán

                        murallas de escudos, nuestras voluntades lluvia

                        de dardos contra el enemigo.

                        ¡Que la tierra tiemble y el cielo se estremezca,

                        los tenochcas han despertado y se yerguen para 

                        el combate!

El discurso iba dirigido a todos, pero especialmente dedicado a su hermano Cuitláhuac, quien además de conocer la arenga que pronunció el Gran Sacerdote azteca al recibir la investidura, también recordaba aquélla que escucharon él y su hermano mayor Moctezuma juntos, cuando eran niños,  en la malhadada ocasión en que los aztecas no pudieron vencer a los tarascos, y el Gran Sacerdote le informó al pueblo la derrota; en esa ocasión había dicho:

                        «…La derrota de un pueblo, la pérdida

                        de su poderío no sobreviene por fracasos

                        en un campo de batalla, sino por la quiebra

                        interior de la voluntad.  Sólo está vencido

                        quien acepta estarlo.

                        …La lucha verdadera y decisiva tendrá lugar

                        en el corazón de cada uno de los tenochcas.

                        ¿Quién logrará el triunfo en este combate? 

                        ¿Quién obtendrá la victoria?»

El monarca prosiguió dirigiéndose al pueblo aparentemente para calmarlo, pero Cuitláhuac sabía que lo que realmente les decía era que no permitieran, a ningún costo, la afrenta que les hacían los españoles; que aún a riesgo de su muerte, Moctezuma les pedía -les exigía- que atacaran sin cuartel. Cortés escuchaba atentamente a Malintzin y a Aguilar que traducían palabra por palabra, sin darse cuenta del significado real de éstas.

Frente al palacio, Cuitláhuac comprendió y dio escuetas órdenes a los guerreros que volvieron a atacar a los españoles que se encontraban en la azotea -entre ellos Cortés y Alvarado- a pesar de que Moctezuma también estuviera ahí.

CORTÉS ASESINA A MOCTEZUMA POR LA ESPALDA

Cortés al ver la reacción más violenta de los sitiadores, y que arreciaban el ataque, pensó que sólo les quedaba la huida, pero tenía que distraer al enemigo; al mismo tiempo, si huían con los señores que tenían presos junto con Moctezuma, éstos les estorbarían, así que decidió matarlos a todos para que el pueblo se entretuviera en la ceremonia de los funerales, mientras ellos huían.  La andanada de flechas y piedras que estaban recibiendo, le dio la idea y subrepticiamente metió la mano debajo del manto de Moctezuma para clavarle un puñal por la espalda quitándole la vida al monarca; abarcó con su pétrea mirada a los presentes y sólo dijo

-Lo mató una pedrada de los suyos.

Todos asintieron, aunque vieron lo que realmente había pasado.

Bajaron rápidamente de la azotea y varios soldados se encargaron de golpear el cadáver en la cabeza y  el cuerpo, mientras otros asesinaban a sangre fría a los señores aztecas que tenían presos junto con Moctezuma.

De esto sólo se enteraron Cortés, Alvarado, Sandoval, Malintzin, Aguilar y dos o tres soldados de confianza, los demás estaban alejados del monarca cuando Cortés lo asesinó por la espalda y los que no subieron con ellos, sólo se enteraron de que Moctezuma había muerto a causa de una pedrada de los aztecas.

La mayoría de los españoles que tuvieron trato con Moctezuma sintieron una gran consternación por su muerte, aunque no había mucho tiempo para pensar en ello.  Cortés ordenó que vistieran al monarca con sus mejores galas y que, cuando fuera el tiempo  conveniente, seis sacerdotes aztecas deberían entregarlo al pueblo para las correspondientes exequias, consciente de que esto los entretendría mientras el y sus soldados huían.  Los españoles entregaron el cuerpo de Moctezuma hasta el 29 de Junio.                                                                 

Como sabía que a Moctezuma se le tenía como semidiós, supuso que no se atreverían a examinar el cuerpo, así que sólo informó lacónicamente a los sacerdotes que el monarca había fallecido a causa de una piedra lanzada por su misma gente.

RITOS FUNERARIOS PARA MOCTEZUMA

Cortés acertó en cuanto a que los funerales los harían con todos los honores; puesto que ya estaba vestido con sus mejores galas, lo único que hicieron sus súbditos fue colocarlo -con grandes esfuerzos, pues ya tenía tiempo muerto- en posición sedente, con las rodillas cerca de la barba, envolviéndolo y sujetándolo con ricas telas; lo adornaron con finísimas plumas y con sus insignias reales antes de incinerarlo, y mientras el cuerpo era consumido por las llamas entonaron los cánticos acostumbrados, mientras algunos lloraban y sollozaban.  El fuego crepitaba como chisporroteando, las llamas se elevaban como lenguas, y el cuerpo de Moctezuma olía a carne podrida chamuscada, puesto que ya tenía dos días de muerto.

Algunos de los guerreros presentes recordaban en voz alta.

-He aquí el Gran Tlatoani que a todo mundo infundía miedo,

              que en todo  el mundo causaba espanto, en todo el mundo era

              venerado en exceso, todo el mundo le acataba estremecido.

              -He aquí el que aniquilaba al que lo ofendiera en lo más

              mínimo. 

              -¡Que Huitzilopochtli esté siempre contigo, Gran Señor 

              Moctezuma!

Después, con gran ceremonia, colocaron las cenizas junto con cuentas de jade -símbolos de vida- en una hermosa urna, para luego enterrarlo en Chapultepec, donde el monarca tenía un palacio, porque no quisieron hacerlo en el templo de Huitzilopochtli, debido a las batallas que estaban teniendo lugar en esa zona.

Esto no fue causa de que cesaran las hostilidades, aunque sí disminuyó el número de sitiadores, lo cual aprovecharon los españoles para intentar huir, pero los aztecas después de terminado el funeral regresaron con mayor fiereza a exterminar al enemigo.

El día 28 de junio de 1520

Quinientos guerreros aztecas, entre los cuales había muchos nobles y jefes militares de alto rango, llevando víveres y pertrechos de de guerra para varios días, se habían situado en un teocalli desde donde podían atacar el interior del palacio, descargando sobre los sitiados una tempestad de flechas y piedras tal, que  los españoles no podían dejar los parapetos ni un momento, en tanto que los aztecas se atrincheraban en el santuario y no les podían hacer daño, por lo que Cortés ordenó a Ordaz que asaltara el teocalli e incendiaria los santuarios, cosa que no pudo hacer, pues tres veces lo intentó siendo fieramente rechazado.

Los españoles iban protegidos por los ingenios en los que cabían 20 hombres a salvo de las flechas y piedras que les lanzaban, para poder destruir casas y barricadas de las calles, llevando picos , azadones y varas de hierro, salieron a destruir casas, pero su maniobra no tuvo éxito pues el ataque de los indios fue muy violento y los españoles y sus 3 mil aliados tlaxcaltecas tuvieron que abandonar sus ingenios y regresar a la fortaleza.

Sabiendo que su único recurso era forzar la salida para comunicarse con tierra firme, Cortés envió varias veces a sus hombres a tratar de destruir los edificios circunvecinos para tener espacio suficiente para las maniobras de sus soldados, pero el fuego que prendía a las casas cercanas no se propagaba, por el espacio que dejaban los aztecas entre una y otra casa; cada vez que los españoles salían, tenían que regresar al cuartel, porque los enemigos los inmovilizaban en las estrechas callejuelas.

En sus retiradas tanto Alvarado, como Sandoval, Olid y otros capitanes se detenían si veían a algún camarada (capitán o soldado) en aprietos, para que todos llegaran a salvo de regreso al cuartel.

Los que más daño les hacían a los españoles eran los aztecas parapetados en el templo, pues desde ahí enviaban andanadas de flechas al invasor, mientras ellos estaban cubiertos por los santuarios, a salvo del fuego de los españoles.

BATALLA EN EL TEMPLO MAYOR DE TENOCHTITLAN

Sabiendo Cortés la absoluta necesidad de tomar aquel punto, decidió dirigir la siguiente salida, a pesar de tener herida la mano izquierda; se amarró un escudo a ella y acaudillo al grupo compuesto por Alvarado, Ordaz, Sandoval, Olid, Velázquez, otros capitanes, 300 soldados españoles y más de 3000 aliados tlaxcaltecas.

Un gran número de indios esperaban el ataque  en el atrio del templo y los españoles se lanzaron sobre ellos, pero el piso de mármol pulido era demasiado resbaladizo para los caballos y muchos de ellos cayeron a tierra.  los españoles desmontaron prontamente y enviaron los animales al cuartel; renovando el asalto lograron con gran dificultad dispersar a los indios que defendían sus posiciones con la vida, tratando de impedir al enemigo el acceso al teocalli, que no era fácil pues para llegar arriba, los españoles tanían que escalar una gran escalera de piedra que los llevaría a la primera plataforma, donde se encontraban muchos  guerreros enemigos, venciendo a estos, tendrían que subir otra escalera hasta la segunda plataforma, la tercera, la cuarta y finalmente alcanzar la explanada superior, pero en cada plataforma había muchos guerreros que vencer; sin embargo, Cortés se lanzó a la carga y tras cruenta lucha cruzó el atrio e inicio el ascenso seguido por Alvarado y otros capitanes que se batían con denuedo.

Cortés dejó al pie de la escalera un cuerpo de arcabuceros y miles de tlaxcaltecas para que contuvieran al enemigo y mientras él y su grupo luchaban para alcanzar la cima.  Para avanzar tenían los españoles que luchar cuerpo a cuerpo con los guerreros que defendían escaleras y plataformas, y esquivar los proyectiles que les lanzaban desde más arriba, los aztecas además de piedras y flechas habían subido grandes vigas que incendiaban y luego arrojaban a sus enemigos para detener su ascenso.  Algunas tiraban a los españoles logrando dispersarlos por momentos.

En cada plataforma se llevaba a cabo una lucha cuerpo a cuerpo, que muchas veces resultaba en que ambos combatientes cayeran al vacío.  Uno de los defensores del teocalli era el sacerdote de Quetzalcóatl, Acamactli, que ya había herido a Tonatiuh (Alvarado) el día de la matanza del templo; cuando los capitanes llegaron a la última plataforma, donde él se encontraba, buscó con la mirada la roja barba del salvaje Tonatiuh y se dirigió a él para tomarlo preso y ofrecerlo en sacrificio a Huitzilopochti (al ser sacerdote del dios  Quetzalcóatl él no hacía sacrificios humanos, pero después de la masacre comandada por Alvarado, estaba dispuesto a mancharse las manos con su sangre, en desagravio por aquella carnicería).

Cuando se encontraron frente a frente, Acamactli llevaba un macáhuitl, pero no era muy diestro en su manejo, en cambio Alvarado (Tonatiuh para el sacerdote), era uno de los capitanes más hábiles con la espada; Acamactli lanzó un golpe con su arma, pero falló y dio un traspié a causa del impulso, Alvarado lo tuvo a su merced y alzó la espada para cortar la cabeza del enemigo, pero sus miradas se encontraron y algo detuvo la mano del español, que, sin más, asestó el golpe en otro enemigo que se acercaba a él desde el lado izquierdo, logrando herirlo y luego lanzarlo al vacío.  Acamactli, con una rodilla en el suelo, tuvo dificultad para reponerse de su orgullo herido, por no haber sido podido  matar al español cuando pudo hacerlo y porque éste le había perdonado la vida.

Mientras el sacerdote se levantaba, con ánimos de un nuevo intento de matarlo, Pedro ya estaba lejos luchando con uno de los nobles que defendían esa plataforma y un soldado español llegó a rematar a Acamactli, a quien dió un tremendo golpe con su espada, haciéndolo perder el sentido, pero no la vida; creyéndolo muerto, volteó a defenderse de un guerrero que lo atacó brincando el cuerpo del sacerdote.

Los guerreros y nobles aztecas defendían con denuedo su posición, pero los españoles estaban decididos a arrebatárselas y con muchas dificultades fueron subiendo escalón por escalón (eran 100) cada una de las 5 plataformas, hasta llegar a la cima.  Una vez en la explanada superior ambos bandos se empeñaron en un combate a muerte; tenían espacio suficiente, pues hubieran cabido hasta 1000 combatientes, luchando a brazo partido sobre el resbaladizo piso de mármol cubierto a cada instante por más y más sangre tanto de aztecas como de españoles.

LUCHANDO POR SU RELIGIÓN

En uno de los extremos estaban dos santuarios, uno dedicado a Tláloc, el dios del agua (en el que Cortés ya había colocado una cruz) y el otro para honrar a Huitzilopochtli, el dios de la guerra, y en el cual se encontraba la piedra de los sacrificios.

Ambos bandos luchaban por su religión a la vista de sus respectivos dioses y dispuestos a dar la vida en defensa de sus creencias; no pedían ni daban cuartel.

Muchas veces los que combatían cuerpo a cuerpo cerca de la orilla, caían al vacío sin soltar su presa.

La batalla duró tres horas y aunque los señores aztecas defendieron el teocalli con valor y desesperación, el número de los atacantes era muchas veces superior, pues a los 300 españoles que subieron al principio, se les unieron cerca de mil tlaxcaltecas cuando el paso estuvo libre y la desigualdad en el número dio el triunfo a los españoles y sus aliados.

Poco a poco fueron muriendo los guerreros aztecas y sólo sobrevivieron algunos sacerdotes a quienes los españoles tomaron presos; entre ellos no se encontraba Acamactli, pues cuando terminó la batalla aún se hallaba sin sentido y lo tomaron por muerto.

Los españoles perdieron 40 soldados y casi la mitad de los talxcaltecas que subieron con ellos.

Lograda la victoria, los españoles se dirigieron a los santuarios y se encontraron con que los sacerdotes habían quitado la cruz y la imagen de la virgen del santuario de Tláloc, entonces se dirigieron al de Huitzilipochtli y con gritería salvaje arrancaron la efigie del dios para arrojarla por la escalera del teocalli, para horror de los aztecas que aún peleaban abajo.

Después prendieron fuego al santuario y las llamas arrojaron una fatal luz sobre la ciudad, el lago y el valle, para beneplácito de los invasores y horror de los aztecas y pueblos circunvecinos que veían en este hecho un desafío de los blancos no sólo al poder humano (ellos, el pueblo invadido), sino también al poder divino de los dioses.

Era tal el espanto de los aztecas por ese sacrilegio a su dios de la guerra, que los españoles pudieron bajar y llegar a su cuartel sin que los guerreros aztecas hicieran nada por impedirlo, pues quedaron aturdidos y estupefactos.

CORTÉS PREPARA LA HUIDA

Cortés, después de salvarse de una celada, decidió huir esa noche (30 de Junio) y mandó construir un puente de vigas movible, para que pudieran colocarlo en los cortes de la calzada y después de haber pasado, quitarlo entre varios hombres de la retaguardia.

Cortés consultó con sus capitanes si debían salir a la mañana siguiente o esa misma noche, aunque ya tenía decidido que saldrían de inmediato, pero quería -como siempre- que fueran sus hombres los que aparentemente decidieran qué hacer.  Había votos para ambas alternativas, pero la mayoría decidió que sería por la noche.

Cortés ya lo había decidido, porque uno de sus hombres, un tal Botello, astrólogo aficionado le dijo que si no salían esa misma noche, dejando pasar una constelación favorable que estaba por cambiar, perdería la mayor parte de su ejército, ya que la siguiente constelación no era afortunada (Solís 255) y podía resultar en la muerte de todos si no salían esa misma noche (Pereyra, 117)

Y esa misma noche del 30 de junio de 1520, después conocida como “La  Noche Triste” huyeron…

Para referencia histórica, continúa en:

https://2012profeciasmayasfindelmundo.wordpress.com/2014/03/11/hernan-cortes-y-la-noche-triste-o-de-victoria-para-los-aztecas/

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Post basado en Hernán Cortés, La Noche Triste y  mis Regresiones a Vidas Pasadas:

http://aquevineadondevoy.wordpress.com/2014/03/10/yo-ame-a-pedro-de-alvarado-2-a-precuela-hernan-cortes-y-la-noche-triste/

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Bibliografía

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Benítez, Fernando. La Ruta de Hernán Cortés. México, D. F.: Fondo de Cultura Económica, 1950.

Cortés, Hernán. Cartas de Relación.

De las Casas, Bartolomé. Historia de las Indias. Primera. Vol. Tomo I. Madrid: Imprenta de Miguel Ginesta, 1875.

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De Alba, Ixtlixóchitl, Fernando. Historia de la Nación Chichimeca.

De Aguilar, Francisco Fray. Relación Breve de la Conquista de la Nueva España. México, D. F.:UNAM, 1980.

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León Portilla, Miguel. El Reverso de la Conquista. México, D. F. Editorial Joaquín Mortiz, 1978.

López Austin, Alfredo. La Constitución Real de México-Tenochtitlan. México, D. F.:UNAM.

López de Gómara, Francisco. Historia de la Conquista de México. México, D.F.: Editorial Porrúa.

Lorenzana, Francisco Antonio. Hernán Cortés Historia de Nueva España. México, D. F. SHCP, 1981.

Muñoz Camargo, Diego. Historia de Tlaxcala.

Muriá, José María. Conquista y Colonización de México. México, D. F. SEP, 1982.

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Pereyra, Carlos. Hernán Cortés. Ciudad de México, D. F.: Editoria Porrúa, 1976.

Prescott, William. Historia de la Conquista de México. Ciudad de México, D. F. Editorial Porrúa, 2000.

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Sahagún, Bernardino de, Fray. Historia General de las Cosas de Nueva España. México, D. F.: Editorial Porrúa, S. A., 1982.

Solís y Ribadeneyra, Antonio. Historia de la Conquista de México: Población y Progresos de la América Septentrional Conocida por el Nombre de Nueva España. México, D. F.: Editorial Porrúa, 1978.

Visón de los Vencidos. México, D. F.: UNAM, 1984.

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[i] Tlacaélel: Gran Sacerdote, que fue el «poder detrás del trono» con varios

tlatoanis (Itzcóatl, Moctezuma Ilhuicamina, Axayácatl y Tizoc), y que hizo

de Mexhico Tenochtitlan un gran imperio.

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HERNÁN CORTÉS Y LA NOCHE TRISTE O DE VICTORIA PARA LOS AZTECAS

 

© condiciones al final

noche triste

Noche triste para Hernán Cortés

La Noche Triste es el nombre dado por los españoles a la noche del 30 de junio de 1520, cuando a las afueras de Tenochtitlan (hoy Ciudad de México) Hernán Cortés con sus huestes españolas sufrió una tremenda derrota a manos del ejército mexica.

Noche de Victoria Mexica

Noche de Victoria Mexica

Noche de Victoria

Noche de Victoria

Por supuesto para los mexicas esa  noche fue de victoria, pero la historia la escriben los vencedores y al final, el 13 de agosto de 1521, , los españoles vencieron a los aztecas, tenochcas o mexicas y con ellos cayó todo Mesoamérica.

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ENTRADA DE CORTÉS A TENOCHTITLAN

Cortes_y_Moctezuma

Cortés_y_Moctezuma

Todo empezó desde el 8 de noviembre de 1519, cuando Cortés y su ejército entraron en la capital del Imperio azteca, México-Tenochtitlan y El emperador Moctezuma II, rodeado de la nobleza mexica, lo recibió con honores, sin sospechar de la falsedad y astucia del visitante, Hernán Cortés fue hospedado por Moctezuma en el palacio de Axayácatl (que había sido padre de Moctezuma y Huey Tlatoani de los mexicas o aztecas), situado en el centro de la isla-ciudad.

Moctezuma y Cortés foto Tlacaelel

Moctezuma y Cortés foto Tlacaelel

Pero como en aquellos aposentos Moctezuma tenía depositados los tesoros de su padre Axayácatl y Cortés los descubrió, éste pensó en la conveniencia de capturar al emperador y mantenerlo como rehén para robar impunemente el tesoro y, por supuesto, apropiarse de todo el imperio de Moctezuma.

Moctezuma

Moctezuma

Prisión de Moctezuma

Moctezuma apresado Van Beecq

Moctezuma apresado Van Beecq

El pretexto para hacer prisionero a Moctezuma II surgió cuando un pueblo totonaca que se había aliado con los españoles se negó a pagar el tributo debido a México-Tenochtitlan alegando que no eran ya vasallos de los aztecas y pidió ayuda a la guarnición española estacionada en el puerto de Veracruz.

Ello condujo a una escaramuza entre los bandos que culminó con la muerte de siete españoles, entre ellos el capitán Juan de Escalante.

Cortés, al enterarse del suceso, reprochó a Moctezuma II su hipocresía y le tomó como prisionero. Moctezuma fue conducido al palacio de su padre Axayácatl, que Cortés había convertido en su cuartel.

Moctezuma apresado por Cortes

Moctezuma apresado por Cortes

Los vasallos de Moctezuma, al verlo pasar prisionero, se enfurecieron y demandaron arrojar a los españoles de la ciudad.

Cortés exigió a Moctezuma que le entregara al cacique Cuauhpopoca, el noble azteca que había sido, a sus ojos, el causante de la muerte de los soldados españoles.

Moctezuma lo hizo presentar junto con sus amigos notables.

Dos días más tarde, Moctezuma recibió la segunda afrenta. Los españoles le encadenaron para poder consumar sin temor alguno el asesinato de Cuauhpopoca y su séquito, a quienes dieron muerte atándoles vivos a los postes de una hoguera, al estilo español.

Cristianos españoles quemando indígenas

Cristianos españoles quemando indígenas

La matanza del Templo Mayor

Cuando Cortés, tuvo que ausentarse de Tenochtitlan, para enfrentar a la expedición de Pánfilo de Narváez, dejó como sustituto a Pedro de Alvarado, al cargo de una compañía de 80 soldados que deberían resguardar y proteger al prisionero Moctezuma II, preciado cautivo que les aseguraba la neutralidad de los mexicas, que no los atacarían, para que no mataran a su emperador.

Pedro de Alvarado

Pedro de Alvarado

Alvarado, ante las continuas noticias (o quizá mentiras) aportadas por sus aliados tlaxcaltecas y totonacas sobre las intenciones agresivas de sus anfitriones, recurrió a la táctica que tantos éxitos le depararía en el futuro: atacar primero.

Toxcatl fiesta religiosa azteca donde Alvarado llevo a cabo la matanza del Templo Mayor

Toxcatl fiesta religiosa azteca donde Alvarado llevo a cabo la matanza del Templo Mayor

Parece que Tonatiuh (Alvarado) trató de descabezar la posible rebelión eliminando la clase dirigente tenochca. La orden de atacar a los señores, que estaban indefensos celebrando un festival religioso del Tóxcatl, para el cual el mismo Alvarado había dado permiso, acabó en una masacre del estrato dirigente de la ciudad, además españoles y tlaxcaltecas masacraron a decenas de mujeres y niños indefensos.

matanza-templo-mayor

matanza-templo-mayor

Esta Matanza del Templo Mayor, encendió la mecha de la rebelión que comenzó poco después de que Cortés regresara y tratara de calmar los ánimos.

ASESINATO DE MOCTEZUMA

Para ello exigió a Moctezuma II que se dirigiera a su pueblo para tranquilizarlo y Moctezuma II se asomó a la azotea de su palacio, instando a sus seguidores a retirarse.

Moctezuma_palace

Palacio de Moctezuma

La población contempló horrorizada la supuesta complicidad del emperador con los españoles, por lo que comenzaron a arrojarle piedras y flechas que lo hirieron mortalmente (eso fue lo que dijo Hernán Cortés, pero hay versiones de que fue el mismo Cortés quien mató a Moctezuma por negarse a sus exigencias, el emperador falleció poco tiempo después del ataque).

Muerte de Moctezuma Codigo Moctezuma

Muerte de Moctezuma Codigo Moctezuma

Códice de Moctezuma Muerte Foto BNAH.mentiras

Ver: http://www.arqueomex.com/S2N3nMentirasVerdades123.html

Cortés comprendió inmediatamente las funestas consecuencias que tendría lo sucedido.

Según la versión azteca, todos los nobles aztecas que se encontraban en poder de los españoles fueron ejecutados al dejar de ser útiles.

Sin embargo algunos nobles sobrevivieron, quizá los que no eran rehenes.

Españoles tirando cadaveres de Moctezuma e itzquauhtzin

Españoles tirando los cadaveres de Moctezuma e itzquauhtzin

En verdad nada se sabe de cierto de los últimos momentos del emperador Moctezuma.

Cuitlahuac

Cuitlahuac

Muerto Moctezuma II, los señores y los sacerdotes eligieron a Cuitláhuac como su gobernante y caudillo de guerra. Éste desplegó gran actividad para alistar tropas y buscar alianzas (que no consiguió), y tratar de destruir a los invasores españoles. Pero murió pronto, víctima de la viruela.

ESCAPE HACIA TACUBA Y LA NOCHE TRISTE

Después de una semana de combates entre mexicas y españoles, los españoles y sus aliados indígenas estaban cercados en el palacio de Axayácatl y sus alrededores casi sin alimentos, por lo que decidieron huir al punto de la medianoche del 30 de junio de 1520.

cortes atacado por mexicas

cortes atacado por mexicas

Pero los guerreros aztecas los descubrieron. Pronto empezó a sonar el tambor y los españoles se vieron rodeados por embravecidos guerreros.

Museo_de_América_Conquest_of_Mexico_04

Museo_de_América_Conquest_of_Mexico_04

En minutos la laguna que rodeaba México-Tenochtitlan hirvió de canoas repletas de nativos armados de lanzas y flechas, en tanto desde las azoteas los guerreros atacaban la retaguardia, otros nativos cortaron los puentes a tierra firme.

La Noche Triste huida de espanoles

La Noche Triste huida de espanoles

Algunos soldados que prefirieron deshacerse de las joyas y oro que cargaban lograron salvarse, en tanto que muchos de los que iban lastrados por armadura de acero, barras de oro y joyas robadas, murieron ricos (hay una leyenda acerca del salto de Alvarado durante esta huida, que publicaré en otro post).

Noche Trista huida Cortes y huestes

Noche Trista huida Cortes y huestes

Hombres y caballos se ahogaron en las acequias y pozas, se perdió la artillería, de más de mil tlaxcaltecas aliados sobrevivieron apenas un centenar y la mitad de la tropa española quedó muerta y heridos casi todos los demás. Se dice que el 90% del producto del saqueo del tesoro de Moctezuma se perdió en el fondo del lago.

Batalla de La Noche Triste

Batalla de La Noche Triste

“El Árbol de la Noche Triste”

Cortes arbol de la noche triste

Cortes arbol de la noche triste

Cuando el ejército español se vio forzado a huir de Tenochtitlan, sufriendo la baja de más de la mitad de sus elementos y la pérdida de la mayor parte del tesoro que habían saqueado en su invasión a Tenochtitlan, en su huida hacia Tlacopan, después de haber sufrido una cruel derrota a manos de los mexicas, Cortés, herido y hundido en soledad, lloró amargamente su derrota bajo el follaje de un ahuehuete, (nombrado desde entonces “El Árbol de la Noche Triste” por los españoles).

Arbol de la Noche Triste

Arbol de la Noche Triste

Casi quinientos años después, los restos de este  árbol aun siguen en pie, dando vida a una de las imágenes icónicas del periodo de la conquista, quedando totalmente ligado a la figura de Hernán Cortés.

arbol-de-la-noche-triste-francisco-j-sep-2012

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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller

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