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VIDEO: El ejército mexica era casi invencible, ¿qué hizo Hernán Cortés para tomar la Gran Tenochtitlán?
ACUEDUCTOS PREHISPÁNICOS VIDEO
‘LOS BAÑOS DE MOCTEZUMA’
Una investigación de expertos del INAH en el cerro de Chapultepec nos revelan los ancestrales manantiales y acueductos que abastecieron a la Ciudad de México.
En el cerro de Chapulín
“BAÑOS DE MOCTEZUMA”, TESTIMONIO MILENARIO DEL MANEJO DEL AGUA EN TENOCHTITLAN Y ALREDEDORES.
En las faldas del cerro de Chapultepec, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han encontrado evidencia arqueológica del sistema hidráulico que sirvió, desde tiempos de los tlatoanis mexicas, para dotar de agua a la Ciudad de México, explicaron durante el Coloquio de Arqueología Histórica, realizado en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec” (MNH).
Las arqueólogas Lourdes López Camacho, del MNH, y María Guadalupe Espinosa, del Centro INAH-Veracruz, abordaron los temas:
Las fuentes en acueductos, el caso de la Fuente de Chapultepec y ¿Cómo se descubrieron los Baños de Moctezuma en Chapultepec?, respectivamente.
Aquí se publican parte de sus notas.
López Camacho dijo que la arqueología histórica en el cerro del Chapulín ha servido para documentar la forma en que los antiguos habitantes del Valle de México tenían una verdadera veneración por el bosque y el agua de Chapultepec, la cual se remonta a la época teotihuacana (100 a.C. a 600 d.C.).
“Chapultepec era un lugar sagrado. Allí tenían templos y casas de descanso los gobernantes Moctezuma Ilhuicamina, Ahuízotl y Moctezuma Xocoyotzin, así como el de Texcoco, Nezahualcóyotl, a quien las crónicas coloniales atribuyen la construcción del acueducto prehispánico que surtía de agua a la Gran Tenochtitlan”,
El sistema hidráulico que aprovechaba los manantiales que surgían del cerro, formado por depósitos o albercas y canales rudimentarios, sirvió para alimentar el acueducto prehispánico, formado por un caño abierto que corría casi a ras del suelo, mismo que después de la Conquista también fue utilizado en la época colonial.
El primer acueducto, hecho de carrizo, piedras y lodo, se inició en 1418, un año después de la muerte de Chimalpopoca, que marca el ascenso de la elite mexica. Para el mandato de Moctezuma I, con trazo de Nezahualcóyotl, se inicia la construcción de canal de piedra, entre los años 1454 y 1466.
Las excavaciones en el depósito de agua llamado popularmente “Baños de Moctezuma”, permitieron documentar sus fases constructivas: “Lo importante de examinar la alberca de seis metros de profundidad, es que permitió determinar su planta original rectangular escalonada, así como evidencias de la red de suministro del vital líquido hacia la ciudad, donde había diferentes ramales y depósitos para diferentes usos”.
Cuando se restauraron los Baños de Moctezuma en 2005, la investigación demostró que la alberca artificial tuvo por lo menos cuatro etapas constructivas: “En el desplante actual, se encontró una escalinata de lajas de andesita y secciones de argamasa pintadas de rojo. En excavaciones al exterior de la barda se encontró un talud de 56 grados de inclinación, asociado a una gran cantidad de material de los periodos Azteca III y colonial, lo que sugiere la existencia de otra alberca posiblemente construida durante el periodo virreinal temprano, de la época de Hernán Cortés o de los virreyes Antonio de Mendoza o Luis Velasco”.
En general todo el complejo del cerro del Chapulín tuvo un uso ritual, habitacional y también de recreo para los tlatoanis mexicas, quienes mandaron labrar su efigie en las piedras aledañas: “Las crónicas mencionan que Moctezuma Xocoyotzin tenía ahí una colección de peces exóticos”.
QUIENES DISFRUTARON LOS BAÑOS DE MOCTEZUMA
Después de la Conquista, el estanque de aguas cristalinas fue alberca de Hernán Cortés y La Malinche, de los virreyes en tránsito a la capital de la Nueva España; también lo usaron los cadetes del Colegio Militar en el siglo XIX, el emperador Maximiliano de Habsburgo y su esposa la emperatriz Carlota de Bélgica, y el general Porfirio Díaz, entre otros personajes.
Las excavaciones permitieron rescatar “material arqueológico teotihuacano (100 a.C. a 600 d.C.), de la fase Coyotlatelco (600 a 750 d.C.), del periodo Azteca I-IV (850 a 1521 d.C.), de la época colonial (siglos XVI, XVII, XVIII), además del siglo XIX y principios del XX”.
Para principios del siglo XX, el general Porfirio Díaz encargó a José Yves Limantour la remodelación del Bosque de Chapultepec, por lo que alrededor de 1907 se volvieron a intervenir los Baños de Moctezuma, dándole su actual aspecto octogonal.
Desde la época colonial “existían muchas leyendas de que en los Baños de Moctezuma habían enterrado un gran tesoro, cosa que ya se comprobó que no es cierto. La arqueóloga María de la Luz Moreno, en 1999, excavó el sitio y sólo encontró cerámica prehispánica, vidrio, lebrillos y objetos coloniales y huesos, pero ninguna ofrenda o tesoro”.
Durante dicha exploración, también se encontró una almena de piedra andesita con símbolos relacionados con el agua-viento, y un vaso de barro que alude al dios de la lluvia Tláloc, así como una escultura de toba volcánica con sus rasgos, y gran cantidad de figurillas identificadas con la deidad acuática.
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La Fuente de Chapultepec
Ultimo testimonio de los acueductos que partían desde el bosque hasta la creciente ciudad de México, la fuente de Chapultepec aún se mantiene en pie en la glorieta del Metro. Estaba adosada al acueducto que iba por lo que hoy es avenida Chapultepec y desembocaba en la Fuente de Arcos de Belén.
Este acueducto es de origen colonial y su arquería de piedra se construyó entre 1755 y 1760, siguiendo una acequia donde navegaban canoas. La Fuente de Chapultepec data del virreinato del Marqués de las Amarillas y la fuente de Salto del Agua se colocó en 1779, siendo virrey Bucareli.
El Acueducto de Chapultepec se sumó al que ya existía de origen prehispánico que iba por la calzada de la Verónica, luego Melchor Ocampo y ahora Circuito Interior, y daba la vuelta a la altura de San Cosme, por la calzada Tlacopan (México-Tacuba), donde se encontraba la Fuente de la Tlaxpana. Continuaba su recorrido en dirección al Centro hasta llegar al entronque de lo que ahora es Eje Central y Tacuba, atrás del Palacio de Bellas Artes, en ese lugar estaba la Fuente de La Mariscala.
“La Fuente de Chapultepec a pesar de que ha sido cambiada de lugar en tres ocasiones y está fragmentada, es la única original que se conserva”, López Camacho.
Publicado en el INAH
10 reliquias mexicanas que no volverán a México
Foto: cristian_roberti
Por: Xiu
En el año 2012, el investigador mexicano Miguel Gleason realizó una búsqueda de aquellas piezas de arte originarias de México que salieron del país para nunca regresar y, para su sorpresa, encontró más de 9 mil de ellas, entre pinturas, esculturas y reliquias de todo tipo.
La mayoría se encuentran en países de Europa, como Alemania, España, Italia, Austria, el Reino Unido y Francia. Algunas fueron robadas y adquiridas a través del mercado negro y otras más fueron conseguidas a través de subastas siglos atrás. Lo triste del caso es que el tiempo ha hecho lo suyo y ahora sería prácticamente imposible trasladarlas a México, por el riesgo que implica el movimiento.
A continuación te presentamos diez de estas reliquias que, a pesar de ser mexicanas, jamás podremos ver en México y que de las que solo nos resta ver sus réplicas:
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El Códice Dresde
Enviado por Hernán Cortés a europa, es el libro más antiguo de América y es una reliquia maya que dará data del siglo XI-XVII.
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El penacho de Moctezuma
Se encuentra en el museo de Etnología de Viena y es uno de los regalos que Moctezuma dio a Hernán Cortés. Austria y México llegaron a un acuerdo para trasladarlo nuevamente a nuestro país, pero la fragilidad del penacho impide que se le pueda mover del sitio donde se encuentra sin que se destruya completamente.
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La máscara de Tezcatlipoca
Es una máscara del arte mexica hecha en turquesa que data del siglo XV. Actualmente se exhibe en el museo Británico.
Foto: cristian_roberti
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La máscara de Quetzalcóatl
Es de manufactura mixteca, hecha en el siglo XV o XVI, al igual que la anterior, también se exhibe en el museo Británico.
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El códice Aubin
Uno más que se exhibe en el museo Británico. Se trata de un códice que relata la travesía de los mexica desde su salida de Aztlan hasta los primeros años de dominación española.
Foto: matadornetwork.com/es
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Mural Huichol
Se exhibe en la estación parisina Palais Royal-Musée du Louvre y se titula “Pensamiento y Alma Huichol”. Fue elaborado con más de 2 millones de chaquiras por el artista Santos de la Torre.
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El mejor museo de Frida Kahlo
Se ubica en Baden Baden, Alemania, es un museo que alberga más de 126 obras de la pintora, en el se muestra su arte y el contexto en el que fue realizado, lo que lo vuelve un espacio sin igual.
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Nican Mopohua
Se exhibe en la Biblioteca Municipal de Nueva York, es de la autoría de Antonio Valeriano y en él se cuenta en náhuatl todo acerca de la leyenda de las apariciones Guadalupanas en el Cerro del Tepeyac.
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Los pectorales de jade mayas
Hace ya más de 100 años, el Cónsul estadounidense Edward Herbert se sumergió en uno de los tantos cenotes mayas para obtener las magistrales piezas y llevarlas a su país de origen (de Herbert). Desde entonces, se encuentran en el museo Peabody de Harvard sin la esperanza de que regresen a México.
Foto: matadornetworks.com/es
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Utopía
El libro escrito por Tomás Moro en 1516, el cual el original pertenecía a Fray Juan de Zumárraga, se encuentra en la universidad de Austin, Texas, sin que exista un acuerdo para regresarlo a México.
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FUENTE:
https://espanol.yahoo.com/noticias/10-reliquias-mexicanas-que-no-volveran-mexico-223705980.html
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(Algunas imágenes tomadas de internet, insertadas por Silvia Eugenia Ruiz Bachiller)
2 de 2 12 DE OCTUBRE A 520 AÑOS DEL “DESCUBRIMIENTO” DE AMÉRICA ¿CELEBRACIÓN?
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LAS NUEVAS ENFERMEDADES TRAÍDAS POR LOS ESPAÑOLES DURANTE LA CONQUISTA 2/2.
DISMINUCIÓN DE LA POBLACIÓN INDÍGENA EN TENOCHTITLAN Y MESOAMÉRICA
Algunos historiadores calculan que antes de la Conquista había en Mesoamérica 25 millones de habitantes; para 1532, 16 millones; en 1568 poco mas de 2 millones y medio, y para 1605 había escasamente 1 millón.
Aunque para el Siglo XVII la mortandad de indios disminuyó, las epidemias continuaron asolando a la Nueva España, siendo las más importantes las de 1737, 1759-60, 1779-80 y 1784-86.
En los primeros tiempos de la Conquista, la mortandad de indios no afectaba la economía de los españoles, pero ya en el Siglo XVIII sí, pues -principalmente para las minas– necesitaban su mano de obra.
Entre los trabajos forzados, el hambre y las enfermedades, los indígenas veían disminuir su número a pasos agigantados, pues la conquista puso fin a la inmunidad existente en el continente, que había permitido una gran densidad de población; a la llegada de los españoles América fue presa de las enfermedades europeas, y recibió la sucesión de enfermedades que en Europa – durante el Siglo XIV– había reducido la población en un tercio. En América proliferaron enfermedades como la difteria, parotiditis, varicela, etc. La trilogía viruela, sarampión, varicela estaba en todo el Nuevo Mundo después de la llegada de los españoles.
ENFERMEDADES TROPICALES
Además de estos padecimientos, los conquistadores también trajeron enfermedades tropicales de Asia y África, que florecieron con gran violencia en las costas de América, en donde fueron mas mortíferas que las llegadas de Europa en el altiplano, pues si bien aquí los indígenas fueron diezmados por plagas europeas, los de las costas veracruzanas y del Caribe, prácticamente desaparecieron a causa de las enfermedades tropicales.
La densidad de la población en tierra caliente era muy elevada; pero la conquista con su destrucción, y la Colonia con su brutal explotación, además de las enfermedades contagiosas, fueron más que suficientes para exterminar la población.
Zonas que a la llegada de los españoles habían sido un edén y estaban densamente pobladas, quedaron casi deshabitadas unos cuantos años después de la conquista, convirtiéndose en infiernos donde señoreaban las enfermedades más mortíferas. Aunque a finales del Siglo XVII los indígenas adquirieron la inmunidad orgánica necesaria para defenderse de las epidemias, el daño fue irreversible.
Las epidemias constituyeron un fenómeno tanto social como biológico, y fueron consecuencia, tanto de la desorganización de los sistemas productivos españoles, como de la agudización de la explotación.
HUBO VARIAS EPIDEMIAS:
Viruela, 1520 a 1526
La viruela (una de las diez plagas que asolaron a los aztecas) llegó en 1520 a Tenochtitlan desde Cuba, debido a un negro enfermo que viajaba en la flota de Pánfilo de Narváez que iba a apresar a Cortés, pero se unió a él.
La introducción de este virus en el territorio azteca cambió la historia de la conquista y ayudó a la derrota de Tenochtitlan, pues sucedió cuando los aztecas habían expulsado a los españoles de Tenochtitlán en la llamada “noche triste” por éstos.
La epidemia duró unos dos meses, coincidiendo con la huida de Cortés de Tenochtitlan hacia Tlaxcala, dándole tiempo para reponerse entre sus aliados Tlaxcaltecas, mientras en Tenochtitlan enfermaban y morían decenas de miles de aztecas, entre ellos Cuitláhuac, hermano de Moctezuma, que le había sucedido en el trono del imperio Azteca.
La Viruela ya era muy conocida en Europa, así que los españoles la identificaron rápidamente, mientras los indígenas que la desconocían le pusieron el nombre de hueyzahuatl (gran lepra).
La desesperación cundió entre los aztecas, que moribundos e inermes fueron fácil presa de los conquistadores. Sus dioses se habían ido, y los ayunos, ofrendas, sacrificios y abstinencias fracasaban.
Estas enfermedades no respondían a sus medicinas, ni sus médicos, curanderos y chamanes podían hacer nada para detenerlas, así que acabaron instalándose en sus tierras y en su gente, como regalo del Dios extraño de los españoles, ya que por donde quiera que estos pasaban traían males desconocidos.
La primera epidemia de sarampión en el Nuevo Mundo.
Los aztecas aún no se reponían de la epidemia de viruela del período 1520-1526, cuando entre 1530-1531 llegó una nueva enfermedad: el sarampión, que se expandió desde la Nueva España hasta el Perú. Igual que las otras, esta enfermedad fue traída al continente por los españoles quienes la habían adquirido en las islas del Caribe, donde las dos terceras partes de los indígenas que aún quedaban en Cuba, murieron por sarampión en 1529.
En la Nueva España el sarampión hizo estragos principalmente entre los niños, aunque la mortalidad no fue comparable a la de la viruela.
Los indígenas lo denominaron tepitonzahuatl (pequeña lepra) La epidemia llego también a Guatemala, Nicaragua y Panamá, donde a los indios no sólo los mataba sino que a los sobrevivientes los dejaba muy exhaustos y no podían trabajar para los conquistadores (que era lo único que les interesaba).
El sarampión pasó hacia la región Andina posiblemente desde Panamá hasta la región de los Chibchas en Colombia, continuando hacia el sur a las comunidades Incas.
El sarampión, por la facilidad de su transmisión, quedó en el Nuevo Mundo como un azote permanente para la población, en especial para los niños.
Epidemia de 1545/1549
La población indígena sobreviviente de la conquista y a las anteriores epidemias fue reducida a una tercera parte o menos y ya no hubo suficiente mano de obra (esclavos) indígena para ser explotada por los españoles.
Epidemia en 1576/1581.
Después de la devastación, en que encontraron la muerte más de la cuarta parte de indígenas, los sobrevivientes tuvieron que trabajar aún más debido a los repartimientos (demanda de trabajo gratuito en beneficio de los españoles), pues los jueces repartidores aumentaron los porcentajes para este trabajo indígena.
También debido a la mortandad de los indios por esta plaga, los españoles tuvieron acceso a las tierras que habían pertenecido a los indígenas muertos por la epidemia.
Epidemia de 1736.
La población de la Ciudad de México (antigua Tenochtitlan) bajó de 22,000 a 4,000, según un censo de la época. En este caso, la plaga afectó también a los blancos y mestizos, pero en mucho menor medida.
Según datos de censos confiables[i], la población del Valle de México en tiempos de la conquista era de 1,500,00 habitantes, que se redujo a 325,000 en 1570.
Es interesante el hecho de que a las reformas de las leyes de 1549 (tendientes a regular el trabajo forzado de los indios), siguió un receso de las epidemias en ese siglo.
CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO
En contraste, y en total oposición con lo anterior, para los conquistadores la gran cantidad de plantas medicinales que se usaban en América, significó su independencia de los medicamentos de la metrópoli.
Muchos de estos conocimientos se perdieron, pues no todas las civilizaciones prehispánicas conocían la escritura; sin embargo, durante la Colonia se produjeron diversos herbarios ilustrados,el más famoso de los cuales es el CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO.
Este Codex describe las enfermedades de la cabeza a los pies, con nombres y dibujos a colores de las plantas usadas por los médicos aztecas para su tratamiento.
El Códice de la Cruz Badiano fue escrito en náhuatl por el indio mexicano Martín de la Cruz y traducido al latín por otro indio, Juan Badiano.
El Dr. en antropología Angel María Garibay (18 de junio de 1892 – Ciudad de México, 19 de octubre de 1967), tradujo el antiguo documento sobre herbolaria del latín al español, conocido por su nombre latino como Libellus de medicinalibus indorum herbus.
Este manuscrito fue hecho por encargo del el virrey de Nueva España Antonio de Mendoza, quien murió meses después, habiendo sido nombrado virrey de Perú; posteriormente su hijo Francisco de Mendoza
(quien había tomado el mando de Nueva España al enfermar su padre) fue al Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco para solicitar su elaboración en menos de dos meses para ser enviado a España en 1552, como regalo al rey Carlos I de España (Carlos V de Alemania); el monarca lo envió a la biblioteca del Escorial; después pasó a poder de un cardenal y finalmente a la biblioteca del Vaticano. En 1990 el manuscrito, que aún se encontraba en el Vaticano, fue devuelto al pueblo mexicano por el Papa Juan Pablo II, el Códice hoy se encuentra de nuevo en México, en el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, BNAH).
OTROS CÓDICES DE HERBOLARIA
Otros Códices americanos sobre plantas medicinales y otros medicamentos, son el VILLODAS y el CHILÁM BALÁM; posteriormente José Acosta publicó HISTORIA NATURAL Y MORAL DE LAS INDIAS y, con Nicolás Monardes, que publicó en 1565 un tratado sobre drogas americanas, se convirtió en introductor de las plantas medicinales aztecas e incas en Europa.
Otras fuentes primarias en torno a las propiedades medicinales de las plantas mesoamericanas anteriores a la Conquista son:
- El Libro XI de Historia General de las cosas de Nueva España de fray Bernardino de Sahagún
- La Historia natural de Nueva España, colosal obra publicada en 1628 por el médico toledano Francisco Hernández
Así como otros dos sin título.
- Uno escrito en maya y
- Otro elaborado por fray Francisco Jiménez, que hoy permiten conocer los remedios naturales con una mirada nativa.
- En 1648 Willem Piso publicó otra sobre la medicina del Brasil.
JARDINES BOTÁNICOS DE MOCTEZUMA
En el imperio azteca había jardines botánicos que superaban a los de Padua y Pisa; Estos jardines se sustentaban en un conocimiento botánico influenciado por creencias religiosas.
Beltrán comenta que los antiguos mexicanos poseían una visión mística y no podían tener una verdadera visión científica del universo y sus fenómenos, pero que esa visión mística también estaba presente en la mentalidad europea de los siglos XV y XVI y los españoles la trajeron al Nuevo Mundo.
León Portilla dice Acerca de esta cosmovisión:
“Se tenía conciencia de que además del saber estrictamente religioso, había otra clase de saber, fruto de observaciones, cálculos y reflexiones puramente racionales, que aún cuando podían relacionarse con los ritos y prácticas religiosas, eran en sí de un género distinto” (Es decir relacionado con la ciencia).
Con respecto al arreglo de los elementos florísticos en los jardines botánicos, se dispone de descripciones imprecisas y en ocasiones redundantes.
En cuanto a su función Solís menciona:
“repártanse francamente de los jardines del rey todas las yerbas que recetaban los médicos o pedían los dolientes, y solían preguntarse si aprovechaban, hallando vanidad en sus medicinas ó persuadido á que cumplía con la obligación de gobierno cuidando así de la salud de sus vasallos”.
Del Paso y Troncoso dice que el principal objetivo por el cual se establecieron los jardines botánicos del imperio de Moctezuma, fue el de crear centros experimentales de plantas regionales o de otras localidades para conocer o confirmar sus propiedades, además, de “la ostentación y la riqueza de los reyes”.
Maldonado Koerdell dice: “era un centro ceremonial, una necesidad social de sus moradores”.
Lo que sí es claro es que en estos lugares las plantas medicinales tenían más valor que las ornamentales o alimenticias:
Cervantes de Salazar asienta: “No consentía Moctezuma que en estos vergeles hubiera hortalizas ni fruta diciendo que no era de Reyes tener granjerías ni provechos en lugares de sus deleites; que las huertas eran para esclavos o mercaderes, aunque con todo esto tenían huertos con frutales, pero lejos y donde pocas veces iba”.
Los jardines botánicos prehispánicos servían como centros de experimentación, conservación y observación, basados en una selección de ejemplares con los que se elaboró una clasificación fundada en el uso y las propiedades curativas de las plantas, es decir, con una visión científica
Desde el Siglo XVI la combinación de plantas del viejo y del nuevo mundo sirvió para que las nacientes corporaciones de boticarios europeos compusieran sus CODEX, enriqueciéndolos ampliamente (y enriqueciendo a los boticarios -ahora laboratorios farmacéuticos también).
MÉDICOS AZTECAS
Los médicos aztecas eran lo suficientemente capacitados como para que Hernán Cortés le escribiera a Carlos V diciendo que no le hacían falta médicos europeos.
De hecho, cuando los aztecas hirieron a Hernán Cortés en la cabeza y se fue a refugiar a Tlaxcala, con sus aliados, el cacique envió por los mejores médicos indígenas (que ahora llamarían curanderos) para que curaran a Cortés, cosa que lograron rápidamente.
SISTEMAS CURATIVOS INDÍGENAS ANTERIORES A LA CONQUISTA
Antes de la conquista, los indígenas poseían sus propios sistemas curativos (limitados a su entorno, pero sumamente eficaces, pues disponían de una gran variedad de plantas medicinales y los conocimientos necesarios para aplicarlas), pero desconocían las enfermedades europeas, que llegaron cuando su cultura en general ya estaba dislocada y sometida.
Dice el Chilam Balam de Chumayel:
“(…) Entonces todo era bueno
y entonces (los dioses) fueron abatidos
Había en ellos sabiduría.
No había entonces pecado…
No había entonces enfermedad,
no había dolor de huesos,
no había fiebre para ellos,
no había viruelas…
Esas patologías les eran desconocidas y escapaban a su control, haciéndolos dependientes de la medicina de sus dominadores, quienes desde entonces han controlado el proceso, monopolizando las investigaciones y los tratamientos desde las metrópolis (ahora enormes laboratorios farmacéuticos), con miras a la expansión colonial, incluso usando explícitamente la enfermedad como medio de sometimiento o exterminio de las poblaciones indígenas (ahora guerra bacteriológica), como dejaron asentado en algunos documentos coloniales.
ENFERMEDADES DESCONOCIDAS EN AMÉRICA
Si bien los análisis osteopatológicos realizados a la fecha en huesos de indígenas prehispánicos indican la presencia de anemia y enfermedades causadas por la desnutrición, y enfermedades infecciosas debidas a la falta de condiciones sanitarias adecuadas, también muestran que después de la llegada de los españoles hubo una serie de enfermedades antes no registradas, como viruela, sarampión, tosferina, enfermedades biliosas,treponematosis, la enfermedad que ellos llamaban matlazáhuatl (fiebre amarilla) y muchas otras, para las cuales la población indígena no tenia inmunidad y que hicieron enormes estragos entre ellos (lo cual ya sabemos por los relatos de españoles e indígenas de aquellos tiempos).
LA SALUD EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS PRE-CONQUISTA Y ACTUALES
Desde la Independencia de México – y hasta ahora – la condición de los indios (en cuanto a enfermedades) ha mejorado, pero la carencia de salud que priva hoy día en las comunidades indígenas, es aún el producto de aquel proceso de destrucción sociocultural y ecológica y no de una falta de conocimiento o de incapacidad histórica en lo que a salud se refiere, pues dichas comunidades en su proceso de adaptación al ambiente, desde mucho tiempo antes de la Conquista, generaron sistemas de conocimientos para prevenir las enfermedades -principalmente- tratándolas con éxito (cuando se presentaban) como un hecho social y no individual, ya que ellos manejaban la medicina holística y no como lo hace ahora la medicina occidental, pues los médicos indígenas las trataban de manera holística, tomando en consideración no sólo al enfermo, sino a su entorno.
El proceso de coloniaje y dominación impidió que los indígenas tuvieran un mayor desarrollo de conocimientos, tanto racionales (occidentales) como empíricos (que siempre tuvieron).
Todavía en este Siglo XXI, algunos programas oficiales de salud destinados a los indígenas, desconocen su riquísimo acervo de conocimientos y sus practicas curativas y, por lo tanto, tienen una actitud paternalista, pretendiendo guiarlos, diseñando planes que ignoran las situaciones especificas de cada grupo, y partiendo del supuesto de que los indígenas son ignorantes e irracionales.
Sin embargo, debe tomarse en cuenta que, si bien sus vías no son científicas (en tanto que lógicas y racionales a la manera occidental -y por lo tanto no son totalmente comprendidas por nosotros), sí poseen un saber curativo heredado de sus antepasados, ahora englobadas en las llamadas “medicinas alternativas” que deberían volver a aplicarse no sólo en los indígenas, sino en la población en general.
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Imágenes tomadas de internet, Pinterest o de los enlaces relacionados. Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de cómo fueron en aquellos tiempos y lugares.
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http://elkunumi-guarani.blogspot.mx/2009/06/la-influenza-el-sarampion-la-viruela.html
http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/14079265/genocidio-aborigen.html
http://www.historiacultural.com/2010/01/la-noche-triste-huida-tenochtitlan.html
http://es.scribd.com/doc/13279372/Imperio-Azteca
http://legionarios.webhispana.net/31%20Especiales/Mexico%20Crono.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Centla
http://www.buscate.com.mx/educativo/biografias/aguilar-jeronimo-de.htm
http://www.eluniversal.com.mx/notas/604968.html
http://www.aache.com/alcarrians/mendoza_antonio.htm
http://www.sev.gob.mx/servicios/publicaciones/serie_hcyt/jardines_botanicos.pdf
http://www.resumendehistoria.com/2011_01_01_archive.html
http://churrasconmerinas.blogspot.mx/2012/09/estados-desaparecidos-imperio-azteca.html
http://desterrandoraices.blogspot.mx/2012_05_01_archive.html
[i] Gibson, 1980
DIOSES AZTECAS ¿O EXTRATERRESTRES?
¿Dioses o extraterrestres?
© condiciones al final
Ometecuhtli y Omecihuatl Dioses Aztecas de la Dualidad
Ometecuhtli (El Señor uno ) y Omecihuatl (La Señora Dos)
Eran los dioses que formaban la dualidad creadora en la religión mexica. Miguel León-Portilla traduce a Ometéotl/Omecihuatl como Señor/Señora de la dualidad, implicando un solo dios de carácter dual.
Ometecuhtli, representa la esencia masculina de la creación. Es esposo de Omecihuatl y padre de
- Tezcatlipoca rojo (Xipe Tótec),
- Tezcatlipoca negro (Tezcatlipoca),
- Tezcatlipoca blanco (Quetzalcóatl), y
- Tezcatlipoca azul (Huitzilopochtli). También llamado Tonacatecuhtli «Señor de nuestra carne».
Omecihuatl (Mujer dos, Señora de la Dualidad), diosa que representa la esencia femenina de la creación en la religión mexica. Esposa de Ometecuhtli. También se le conoce como tonacacihuatl, Señora de nuestra carne.
Ometeótl es también llamado «in Tonan, in Totah, Huehueteotl«, «Madre nuestra, Padre nuestro, Viejo Dios». Reside en el Omeyocan, como dualidad y unidad masculino-femenina, «el Sitio de la Dualidad
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TECUIPCHO, HIJA DE MOCTEZUMA XOCOYOTZIN, NOVELA
Una interesante novela sobre uno de los personajes importantes, aunque casi olvidados de la historia de la conquista de México.
12 DE OCTUBRE A 520 AÑOS DEL “DESCUBRIMIENTO” DE AMÉRICA ¿CELEBRACIÓN? 1/2
12 de octubre, Día de la Raza, no es motivo de celebración para los nativos y mestizos de América, pues se impuso como celebración de la raza «blanca» durante la Colonia; era celebración de los penínsulares que se hacían ricos explotando, robando y esclavizando a los nativos antiguos dueños de estas tierras.
© condiciones al final
LAS NUEVAS ENFERMEDADES TRAÍDAS POR LOS ESPAÑOLES DURANTE LA CONQUISTA 1/2.
***
¿EN AMÉRICA TENEMOS ALGO QUE CELEBRAR EL 12 DE OCTUBRE, “DÍA DE LA RAZA”?
El 12 de octubre se celebra en América el «Día de la Raza», conmemorando que Cristóbal Colón «descubrió América» el 12 de octubre de 1492. pero para empezar, Cristóbal Colón NO descubrió América, pero eso es materia de otro post.
Para continuar creo que muchos nativos de Latinoamérica (como llaman en Europa, Estados Unidos, Asia, África y Australia) a nuestros países desde la frontera de México con Estados Unidos hasta la Patagonia (con algunas excepciones que aún pertenecen a algún paíscolonialista de Europa) nos preguntamos si de verdad aquí tenemos algo que celebrar el 12 de octubre, “Día de la Raza”impuesto por los europeos que “descubrieron” este hermoso continente.
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